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El proceso de enseñanza-aprendizaje
6º. Motivación.
“Mientras que los adultos
responden a algunos motivadores externos
(mejores empleos, ascensos, salarios, más
altos, etc.), los motivadores más potentes son
las presiones internas (el deseo de incrementar
la satisfacción laboral, la autoestima, la calidad
de vida, etc.)” (Knowles, Holton y Swanson
2001, p. 73).
Nuevamente Tough descubrió que un
adulto normal quiere seguir aprendiendo,
pero los obstáculos de la vida cotidiana,
como el tiempo o programas no adecuados,
disminuyen su motivación.
Estos seis principios del aprendizaje en
los adultos que plantean Knowles, Holton y
Swanson, son importantes para considerarlos
conforme se realiza el diseño y se desarrolla y
evalúa la capacitación.
2.6 Rol del instructor y
del participante
2.6.1 Papel del
instructor
Para que el proceso de enseñanza-
aprendizajeserealiceinteractúandospersonajes
importantes: el instructor y el participante. A
continuación, se hablará del primero.
En nuestro país, los primeros cursos
orientados a la formación de instructores
se impartieron en la década de los años
setenta. La institución que organizó e impartió
los primeros fue el Servicio Nacional de
Adiestramiento Rápido de la Mano de Obra
en la Industria (ARMO), quienes elaboraron,
en 1973, los primeros manuales. En 1979, el
ARMO diseñó el Sistema Modular General para
la Capacitación de Instructores.
Fue tanto el impulso que se le dio a la
capacitación que, en 1984, la Secretaría del
Trabajo y Previsión Social (STyPS) también
elaboró material para impartir cursos de
“Formación de instructores” e, incluso, los
dividió en tres niveles: básico, medio y superior.
Estos cursos estaban dirigidos a las personas
que trabajaban y querían ser instructores.
De acuerdo con su nivel de estudios, se les
ubicaba en el nivel correspondiente.
En 1987, esta Secretaría presentó el
Programa Instruccional de Formación de
Instructores, el cual también se encuentra
divididoen tresniveles: básico,medioy superior.
Esteprogramapresentacaracterísticassimilares
al material de “Formación de instructores”,
elaborado en 1984.
En década de los ochentas, otras
instituciones del sector público y privado
desarrollaron e impartieron cursos de
formación de instructores bajo los mismos
esquemas que desarrollaron el ARMO y la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Muchos
de
estos
trabajos
eran
elaborados por instructores independientes o
compañías que trabajaban dentro del ámbito
de la capacitación. El material elaborado se
distribuía, únicamente, entre los asistentes a
los cursos.