Viabilidad y barreras para el ejercicio del derecho humano al agua y saneamiento en México - page 29

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Viabilidad y barreras para el ejercicio del derecho humano al agua y saneamiento en México
mía, y es innegable que la economía es intrínseca al agua. Pero ese carácter
económico del agua puede evolucionar y expresarse en situaciones antípo-
das, según se asocie con la intención de obtener lucro, o bien, con el pro-
pósito de satisfacer requerimientos, ya sean ambientales o particularmente
humanos. Esa dicotomía encuentra una expresión clara en la consideración
del agua como derecho o como mercancía. Asegurar, por ejemplo, el gasto
ecológico al construir un embalse tendrá costos económicos adicionales que
pueden hacer incosteable un proyecto de inversión con fines de lucro, al mer-
mar las ganancias pretendidas. Si el mismo proyecto antepone la defensa
del medio ambiente, entonces tendrá que ajustarse al rendimiento que sea
posible obtener después de permitir que el cauce sea suficiente para que los
sistemas vivos permanezcan y es muy probable que, en esas condiciones,
un inversionista privado se retire, y es tanto factible como deseable que si se
trata de una inversión pública, es decir, de un servicio, este se lleve a cabo.
El caso de la llamada Guerra del Agua, en Cochabamba, Bolivia, ilustra
bien la dicotomía mercancía-derecho. La privatización del Servicio Munici-
pal de Agua Potable y Alcantarillado, emprendida por el gobierno de Hugo
Banzer en 1999, a favor del consorcio Aguas del Tunari, se topó con la opo-
sición organizada de la población pobre que constituía, y constituye aún, la
mayoría de los usuarios. La empresa se contrató con el propósito formal de
modernizar el sistema como una condición del Banco Mundial para conceder
al gobierno boliviano un préstamo de magnitud considerable. Sin embargo,
para los usuarios estuvo claro que se trataba de un negocio muy redituable
que, además, no requería más que una inversión insignificante, dado que
el capital se obtendría del incremento de las tarifas antes de renovarse la
infraestructura hídrica de extracción y suministro de agua potable y sanea-
miento (De la Fuente, 2000). A la postre, en muy poco tiempo se conformó
la Coordinadora de la Defensa del Agua y la Vida, que logró la movilización
de la población, mayoritariamente indígena, en contra de la privatización de
un servicio vital hasta entonces de carácter público. El triunfo histórico de ese
movimiento constituye, de hecho, el punto de quiebre de la conquista del
derecho humano al agua y abre caminos hacia lo que podríamos llamar “un
éthos
compartido”.
Veamos.
Humus
significa tierra en latín. De ahí se deriva “humano” y de
ese término, para algunos, también se desprende la palabra “humedad” (“hu-
mano”, a fines del siglo
xii
, se toma del latín
humanus
; “humano”, viene de
1...,19,20,21,22,23,24,25,26,27,28 30,31,32,33,34,35,36,37,38,39,...204
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