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L o s r e t o s d e l a a d o p c i ó n t e c n o l ó g i c a e n e l s e c t o r h í d r i c o d e
L a t i n o am é r i c a
funcionamiento del método, de tal manera
que estén convencidas de que contribuirá al
mejoramiento de su salud.
Otro factor relevante para que las personas
no usen de forma sistemática los aparatos
de desinfección solar del agua se asocia
a su percepción sobre las causas de las
enfermedades gastrointestinales. En ese
sentido existen dos rutas analíticas: a)
en el imaginario indígena tzotzil no está
consolidada una relación directa entre
tomar agua contaminada y enfermarse
de diarrea, a pesar de que el Programa
Oportunidades condicione el pago de las
becas a las señoras que cumplan con sus
lineamientos de conductas de higiene, entre
ellas, hervir el agua para consumo doméstico
en aras de controlar las variables que
permiten el desarrollo de las enfermedades
gastrointestinales. En virtud de ello, gran
cantidad de mujeres maneja el discurso
de que hierve el agua antes de tomarla,
aunque no lo haga en la práctica, esto como
estrategia frente a las autoridades locales
de salud, a fin de asegurar el cobro de sus
becas; y b) la diarrea apenas y se considera
enfermedad porque es tan frecuente que
se le toma como condición natural de vida.
En estos términos, el objetivo del método
de desinfección solar no responde a una
necesidad sentida de la población, toda vez
que se centra en reducir las probabilidades
de que la gente se enferme de algo que
realmente no se considera enfermedad.
Con relación a los hábitos y costumbres de
manejo del agua, tradicionalmente no se ha
dado ningún tratamiento al agua para tomar
en la región, siquiera se clora el agua en el
tanque de almacenamiento comunitario,
dado que las personas rechazan su uso,
entre otras razones, por considerar que
añade un olor y sabor desagradable al agua
o por el mito de que el cloro puede provocar
la esterilización de las mujeres. Generar
un nuevo hábito de manejo del agua, que
implica no sólo ponerla al sol, sino tomarla
directamente de la botella que estuvo al
sol, en aras de no exponerla a posibles
fuentes de contaminación, demanda un
tiempo para que la gente se acostumbre a
lo nuevo. Sin embargo la disposición hacia
el cambio está directamente relacionada
con la convicción de que la nueva práctica
traerá beneficios concretos y ello aún no se
ha logrado, principalmente en lo tocante a la
consolidación de una percepción relativa a
la estrecha vinculación entre el consumo de
agua contaminada y el deterioro de la salud
familiar. Sólo si se logra consolidar entre la
población una percepción y preocupación
relativas al impacto negativo del consumo
del agua contaminada en la salud familiar,
se obtendrá resultados positivos con
relación a la apropiación de la tecnología de
desinfección solar del agua.
Finalmente, con relación a la promoción
tecnológica, las resistencias a la apropiación
de las cajas de desinfección solar del agua
en la comunidad de Pozuelos se deben a un
sesgo en los talleres, donde se privilegiaron
aspectos relacionados con la construcción y
el manejo de las cajas solares, en detrimento
de aquellos vinculados al establecimiento
de las relaciones entre el consumo de agua
contaminada y el deterioro de la salud. No se
afirma que en dichos espacios no hayan sido
abordados factores relacionados con el agua
y la salud, sino que no se logró el nivel de
profundidad requerido, con la consecuente
falta de consolidación de una percepción
comunitaria al respecto. Asimismo, el propio
proceso de seguimiento de la apropiación
tecnológica no logró cumplir su objetivo
de incrementar el uso sistemático de las
cajas de desinfección solar, entre otros
motivos porque los propios promotores
comunitarios responsables del seguimiento