Memorias - Los Retos de la Adopción Tecnológica en el Sector Hídrico de Latinoamérica - page 163

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E l e m p o d e r am i e n t o d e l a s mu j e r e s r u r a l e s y l a s t e c n o l o g í a s d e
c o n v i v e n c i a c o n e l S e m i á r i d o e n S a n t a C r r u z D a B a i x a V e r d e ,
S e r t ã o d e P e r n amu c o – G r a s i l
Foi isso que aconteceu:
A minha fia morreu,
Na sêca de trinta e dois.
Vendo que no tinha inverno,
O meu patrão, um tirano,
Sem temê Deus nem o inferno,
Me deixou no desengano,
Sem nada más me arranjá.
Teve que se alimentá
Minha querida Nanã,
No más penoso matrato,
comendo caça do mato
E goma de mucunã.
Contradictoriamente, el mismo discurso
de combate a la sequía es el que justifica la
pobreza y la opresión que configuran este
territorio. El abuso político del discurso
de combate a la sequía se materializa en
políticas emergenciales, para solucionar los
problemas momentáneos, como carros-
cisterna, donación de cisternas de plástico,
frentes de trabajo para ocupar en algo la
mano de obra que no encuentra lugar en
la agricultura o en otras ocupaciones, etc.
Cuando ocurre una gran sequía la producción
agrícola se pierde, la pecuaria se debilita o es
diezmada y las reservas de agua de superficie
se agotan.
Por la falta de políticas y estratégias de
convivencia con el Semiárido, en los últimos
tres años (2011 a 2013) los impactos de la
sequía más crítica de la región en el último
medio siglo han sido vividos dramáticamente
por las poblaciones locales, sobre todo
por los agricultores/as más pobres. Y ese
contexto ha favorecido el reaparecimiento
de políticas emergenciales persuasivas, pero
muy criticadas por favorecer la continuidad
de una verdadera
industria ideológica de la
sequía
, que alimentando una filosofía de
combate a la aridez y sus impactos, aleja aún
más a la población de tener acceso a una
vida digna y de convivencia con el Semiárido
de forma a asegurar efectivamente que los
agricultores/as y los pueblos
caatingueiros
7
puedan reafirmar su modo de vida y sus
identidades.
En estas condiciones, los estratos más
pobres de la población rural del Semiárido
se tornaron enteramente vulnerables
delante del “fenómeno climático de la seca”.
Los datos socio-económicos disponibles
demuestran cuán ineficiente es la política
de combate a dicho fenómeno, para
transformar la realidad de las millares de
familias que viven en el Semiárido brasileño,
o en los “sertões” del país.
Con relación a la concentración de la
tierra, en la región existen más de um
millón y setecientos mil establecimientos
agropecuarios (33% en relación al total del
país)
.
De éstos, 73% son proprietarios que
concentran 93% de las tierras; no obstante,
27% de los establecimientos agropecuarios
del Semiárido se encuentran en situación
precaria en relación con la tierra, disponiendo
apenasde7%del área. Aquí se incluyeel grupo
de asentados/as sin titulación definitiva, con
2,8% del número de establecimientos; los
arrendatarios, con 3,7%; los “parceiros”,
con 3,9% y los “ocupantes” con 11% de
los
establecimientos
agropecuários.
Súmase a estos el grupo de agricultores/
as sin tierra del Semiárido, habiendo más
de 92 mil familias agricultoras en esa
condición (5,4% de los establecimientos
agropecuários), representando 36,3% de las
familias agricultoras sin tierra de todo Brasil,
concentradas en el Semiárido.
7 Pueblos Caatingueiros son los pueblos que viven en el Bioma Caatinga (esparcidos por todo el Semi-
árido brasileño) y que desarrollan diversas actividades productivas, agropecuarias, extractivistas, en-
tre otras. Esta designación indica también una dimensión política y cultural, pues los “Pueblos Caat-
ingueiros” construyen una identidad positiva en relación a la resistencia y defensa de su bioma.
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