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Regulación de los servicios de agua potable y saneamiento en México
Estas directrices deben diseñarse e implementarse bajo
formas de organización de índole gubernamental, que tengan
el propósito de reproducir los resultados que se obtendrían en
materia productiva y de eficiencia en un mercado competitivo
(Jouravlev, 2001). En otras palabras, en un ambiente de
naturaleza monopólica, mediante la regulación, se intenta
suplir la competencia con acciones gubernamentales como el
mecanismo a través del cual se logre el buen desempeño en la
producción de estos servicios públicos.
Por lo tanto, si existe poca o nula existencia de controles sobre
un servicio público fundamental para la sociedad, así como
la imposición de condiciones de baja calidad en la provisión
de los mismos por parte de los prestadores, se genera un
impacto negativo en el bienestar de los ciudadanos. Entonces,
para revertir esta situación, el Estado debe fomentar un
comportamiento distinto y contrario a la situación actual,
buscando corregir las fallas que afecten el bienestar social y
que sin su intervención no tendrían lugar.
Bajo este contexto, los organismos operadores de agua potable
y saneamiento en México son un claro ejemplo del ejercicio
del monopolio natural, el cual puede ser ejercido de diversas
formas; sin embargo, una de las más comunes es el cobro
de tarifas que no corresponden a un servicio con estándares
mínimos de calidad. La imposición del poder monopólico a
los usuarios, en este ejemplo, puede reflejarse en algunas de
las siguientes formas (Brown, 2006):
• Baja calidad del servicio y tarifa alta.
• Baja calidad del servicio y tarifa baja.
