Estudio ecosistémico del lago de Pátzcuaro. Aportes en gestión ambiental para el fomento del desarrollo sustentable. Vol. II - page 202

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Estudio ecosistémico del lago de Pátzcuaro
mente se define el problema, discurso que todos
los involucrados tienden a repetir, pero no cual-
quiera lograr ser su generador, y que juega un
papel importante en la construcción de los pro-
blemas ambientales; a ésta la considera como el
estudio de la persuasión que puede ser utilizada
para analizar las demandas.
Existen otros factores como los ideológicos y
políticos que se hacen presentes en la construc-
ción de los problemas ambientales y esto expli-
ca que las sociedades no siempre seleccionan
los riesgos que pueden ocasionarles más daño.
Un grupo social puede estar interesado en pro-
mover la aparición o desaparición de un proble-
ma ambiental; sin embargo es necesario tener
presente que la perspectiva constructivista no
niega la existencia física y química del problema
ambiental, pero sí parte del hecho de que el no
considerar la dimensión social de los problemas
ambientales no permite a su vez una visión in-
tegral de éstos y, por lo tanto, se termina propo-
niendo recetas técnicas para la solución de los
mismos (Hannigan, 1995; Lezama, 2004).
Es posible ver la formación de las políticas pú-
blicas como un continuo indivisible. En él, cons-
tantemente se define y redefine la agenda pú-
blica, según la dinámica de las fuerzas políticas
en conflicto observable o latente. La formación
de la agenda implica la incorporación de ciertos
temas o cuestiones públicas, y la definición del
modo en que van a ser considerados, y también
la exclusión de otros temas y definiciones. La
formación de la agenda es un punto política-
mente crítico del proceso de formación de polí-
ticas, en el que participan y dejan de participar
actores con montos variables de poder.
El arreglo institucional
en el lago de Pátzcuaro
El lago de Pátzcuaro, como la mayoría de los
ecosistemas lacustres del país, se ha deteriora-
do rápidamente durante las últimas cuatro dé-
cadas. Aunque existen muchas dudas e incerti-
dumbre sobre los indicadores de este proceso,
sea por las limitaciones propias de cada discipli-
na y metodologías aplicadas, por la inexistencia
de un enfoque comparativo y generalizador que
lleva a la dispersión de la estadística ambiental,
todos coinciden en señalar las tendencias de
deterioro, las cuales no se han revertido a pe-
sar de múltiples planes y acciones, cuanto más
algunas tendencias o comportamientos se han
mantenido, como el crecimiento de la mancha
de vegetación acuática por las actividades rea-
lizadas.
El deterioro continúa presentándose a pesar de
que desde hace casi 30 años se cuenta con una
legislación ambiental que establece mecanis-
mos de protección y conservación de los ecosis-
temas, así como de mitigación y compensación
de los daños ambientales. El desequilibrio y la
pérdida de las funciones del ecosistema ponen
en riesgo la capacidad de seguir proveyendo a
las localidades de la cuenca de los recursos la-
custres, además de otros servicios ambientales
como son los llamados de soporte, de regula-
ción y los culturales. Es claro que a nivel nacio-
nal, la restauración ambiental no se ha conver-
tido en una política pública prioritaria (Carabias
et al, 2007).
Apenas en la década de los años noventa cuan-
do se incluyó una visión más integral de la ges-
tión del lago, que sin embargo adoleció de su
lado social, y que también del estrictamente
ambiental, al ser incapaz de vincular investiga-
ción académica con las estrategias productivas
de sus habitantes y la falta de construcción de
una política para la cuenca, congruente con la
dimensión del deterioro socioambiental.
Cuando el objetivo es recuperar las condiciones
de origen del sistema, para regresarlo a algún
estado preexistente, se requiere conocer la com-
posición, la estructura y el funcionamiento del
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