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El hecho de que las poblaciones de las zonas periurbanas se involucren directamente en los proyec-
tos de agua y saneamiento o en cualquier proyecto de desarrollo, les brinda la oportunidad de
participar en la toma de decisión sobre las actividades que mejorarán sus condiciones de vida. De
esa manera se rompe con la idea tradicional de que los problemas de agua y saneamiento se resuel-
ven por la mera construcción de la infraestructura, sin considerar otras opciones y factores que
contribuyen a que las soluciones sean reales y de largo plazo. La participación de las poblaciones de
zonas periurbanas y su compromiso con la sustentabilidad de los sistemas es indispensable para
que se logren los propósitos de atender a la población y grupos que más lo requieren, se garantice
que la operación será adecuada y que se tomarán las previsiones para mantener en buen estado
tanto las obras como las nuevas prácticas de prevención, higiene, colaboración comunitaria, etc.
Cuando las personas de las colonias y las comunidades se comprometen con la realización de
actividades concretas a lo largo del proyecto, se apuesta a una lógica distinta de cómo hacer las
políticas públicas en el sector hídrico. Este enfoque le da mucha importancia al fortalecimiento de
capacidades locales y la generación de organización social.
Asimismo, la presencia de las mujeres a lo largo del ciclo del proyecto contribuye a que sean partíci-
pes de la creación de empleos, se capaciten en la gestión y toma de decisiones. Las mujeres pueden
aprender y son capaces de participar en o cios no tradicionales, como albañilería, fontanería, entre
otros, si se capacitan y practican tal y como lo han hecho los hombres en el pasado. También
pueden ser profesionales en temas como ingeniería hidráulica y muchos otros.
COMPARTIENDO RESPONSABILIDADES
EN EL PROYECTO DE AGUA Y SANEAMIENTO