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social y ambiental de opciones tecnológicas no convencionales que conformen
sistemas no centralizados de provisión de servicios de agua potable,
saneamiento y manejo de residuos sólidos, toda vez que estos servicios pueden
resolver de manera inmediata los problemas asociados con la falta de ellos.
Como quedó demostrado, las llamadas tecnologías no convencionales
–como sistemas de captación de agua de lluvia, sanitarios secos, biofiltros
para el tratamiento de aguas grises, humedales artificiales, composta,
vermicomposta, o plantas generadoras de gas–, son sólo algunas de las
opciones tecnológicas que pueden mejorar y resolver las condiciones de
vida de los habitantes de las áreas periurbanas, favoreciendo la provisión
de servicios, de bajo costo de operación y mantenimiento; son “amigables”
con el entorno ambiental, permiten el reúso del agua y los nutrientes y
coadyuvan a mejorar las condiciones de salud de la comunidad.
Recordemos que ante la dificultad que representa la dotación de servicios
de agua potable, saneamiento, manejo de residuos sólidos en muchas áreas
periurbanas, las tecnologías no convencionales pueden representar una
adecuada solución con un impacto socioambiental positivo. Pero, como ya
hemos mencionado antes, la introducción de este tipo de tecnología requiere
de un seguimiento específico, de la participación social de los destinatarios
y, sobre todo, del cambio de hábitos, además del compromiso de mantener
la operación y el mantenimiento adecuados. Proponemos, una vez más,
que el enfoque sea no la transferencia tecnológica, que pone énfasis en el
creador de la tecnología, ni tampoco en la apropiación tecnológica, que se
enfoca mucho más en el propio sistema —en el aparato tecnológico en sí—
sino en desarrollar un esquema de adopción social que permita, además del
conocimiento no sólo del sistema sino de su funcionamiento, un proceso de
sustentabilidad, centrando la atención en el destinatario y en sus procesos
cognitivos, prácticos y en su entorno.