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agua y saneamiento se oriente a generar soluciones viables y concretas
que, de la mano de los programas de gobierno y con la participación
de los beneficiarios, permita vislumbrar una mejor calidad de vida de
estos últimos.
8. Se debe partir del conocimiento local de los problemas. No basta con
saber cuáles son las condiciones ambientales y socioeconómicas de
la población, sino tomar en cuenta los conocimientos de las personas
que serán beneficiadas por los servicios públicos. La premisa es
trabajar para la gente y junto con ella en la búsqueda de las mejores
soluciones, de acuerdo con las condiciones locales, pero sin olvidarse
del contexto regional o de cuenca que hemos propuesto. Las personas
que habitan en las zonas periurbanas, según este principio, son los
que más conocimiento tienen acerca de sus problemas, vida cotidiana
y factores que les afectan, pero necesitan de miradas externas que
les permitan identificar los problemas con más precisión y encontrar
modelos fuera de sus propios marcos de acción que impulsen a
hallar soluciones innovadoras, posibles y sustentables. Las mejores
soluciones se elaboran en un escritorio, pero su debida y eficiente
aplicación se encuentra cuando se confrontan las condiciones reales de
existencia, el terreno y la población. La adecuación de las soluciones
gubernamentales o de escritorio sólo se logran tomando en cuenta el
conocimiento local y la viabilidad de la ejecución o aplicación a través
de las condiciones locales específicas. Habría que partir del principio
de que ninguna solución es aplicable de la misma forma al mismo
problema, en todos lugares y bajo todas las condiciones.
9. Ya que las condiciones de falta de servicios afectan diferencialmente
a la población, habrá que introducir el enfoque de género para
propiciar soluciones adecuadas no sólo a los diversos grupos sociales