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completa y detallada de las comunidades a través de su personal en cam-
po; estos datos pueden ser complementarios y de mucha utilidad a la reca-
bada en fuentes secundarias.
La información estará desagregada por sexo para conocer las brechas de
género y estar en posibilidades de diseñar acciones para disminuir las des-
igualdades en lo referido al acceso al agua y al saneamiento. Es importante
tener en cuenta que las viviendas y los hogares son una unidad de análisis
obligada para el análisis de género
5
. Hay datos disponibles como la razón
de dependencia, la composición de los hogares, la jefatura de los hogares
por sexo, la pobreza urbana de mujeres y hombres, que enriquecen este
enfoque.
El objetivo es contar con elementos suficientes para planear las activida-
des específicas del proyecto y alentar la contribución de aquellos sectores
y personas que facilitarán el diseño del proyecto, su ejecución y funciona-
miento en el largo plazo.
Se sugiere que una vez sistematizada la información documental, se iden-
tifiquen los vacíos con el fin de complementarla durante las entrevistas con
actores clave, en los talleres participativos y en los recorridos en campo.
La redacción es preliminar, pues lo ideal es que la información documental,
5 Al respecto ver Velázquez (2006).