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Tecnología y Ciencias del Agua
, vol. VIII, núm. 4,julio-agosto de 2017, pp. 57-77
Gómez-Martínez
et al.
,
Metodología para caracterizar la eficiencia de una red de distribución sectorizada
•
ISSN 2007-2422
Siendo
h
máx
,i
el número de horas en las que la
propiedad
i
tiene una presión superior al um-
bral máximo;
m
, el número total de propiedades,
y
h
T
el número total de horas de la simulación.
Normalización del indicador
Para poder categorizar el comportamiento de
un sector es necesario disponer de unos valores
de referencia de cada indicador. Puesto que los
parámetros que caracterizan las redes de distri-
bución dependen de múltiples variables, no es
posible establecer una referencia absoluta. Por
ello, a partir del análisis de los diferentes secto-
res de la red de estudio se genera un espectro de
valores de cada indicador que sirve como punto
de referencia para evaluar el comportamiento
individual de las diferentes opciones de sectori-
zación. De esta forma, es la propia red existente
la que sirve como patrón para comparar los
sectores.
Esta referencia permite establecer un nivel
característico sobre el cual poder asignar una
puntuación a los futuros sectores donde se
aplique la metodología descrita. Así, se realiza
una normalización de los valores obtenidos,
creando un patrón de referencia con el que se
compararán los sectores.
Para seleccionar el método de normaliza-
ción se tiene en cuenta que para garantizar
las condiciones de servicio preestablecidas
se deben cubrir de modo satisfactorio los tres
parámetros (continuidad, calidad y presión)
simultáneamente. De igual forma, se tiene en
cuenta que los indicadores planteados evalúan
la vulnerabilidad del incumplimiento del servi-
cio, por lo que el valor medio registrado es una
referencia, pero no significa un umbral mínimo
a satisfacer. El objetivo es la minimización de
la vulnerabilidad. Por este motivo se descartan
aquellos métodos de normalización basados
en distribuciones normales que asignan valor
0 a los valores próximos a la media, así como
para evitar sobreponderar aquellas soluciones
en las que un único indicador tiene un compor-
tamiento muy bueno frente al resto. El criterio
de normalización de cada indicador se resume
en el cuadro 1.
Para el indicador de testeros y los indicado-
res de presión (por ser porcentajes) se asigna
valor 1 cuando el sector no presenta testeros
o cuando no existen puntos de consumo en
los que se exceden los umbrales de presión
de referencia. En cuanto a los indicadores de
continuidad (basados en la teoría de riesgos) y
el tiempo de estancia, se plantea una normali-
zación proporcional a los niveles de referencia
de 5 y 95% observados en los datos registrados.
Asignando de esta forma el valor máximo (uni-
dad) al valor que marca el percentil 5 y el valor
mínimo 0 al percentil 95.
Combinación de los indicadores
Para poder establecer una puntuación única
del sector en cuanto al cumplimiento de cada
uno de los tres objetivos seleccionados se de-
ben combinar los indicadores. Se plantea una
función multicriterio para cada uno de los
objetivos obtenida como suma ponderada de
los diferentes indicadores:
Vulnerabilidad total
=
C
=
c
1
I
1
+
c
2
I
2
Q
=
q
1
I
3
+
q
2
I
4
P
=
p
1
I
5
+
p
2
I
6
(7)
Donde
C
es la coordenada que cuantifica la
continuidad del sector;
c
1
y
c
2
, los pesos de la
función de continuidad para cada uno de los
indicadores (
I
1,
I
2);
Q
y
P
, de forma análoga,
son las coordenadas de calidad y presión con
sus respectivos pesos (
q
1
,
q
2
,
p
1
y
p
2
) para los
indicadores (
I
3,
I
4,
I
5 e
I
6).
El resultado es por tanto un vector de tres
coordenadas para cada sector analizado. Me-
diante cada una de esas tres coordenadas se
puede plantear una comparativa directa entre
sectores.
(c.1) Combinación de los indicadores de continuidad
Para combinar los indicadores de continuidad
(
I
1,
I
2) se hace un reparto equitativo (50/50),
pues a través de la componente de impacto se