del agua a lo largo de toda la cadena
productiva, ayuda a identificar cómo y
dónde el consumo en un lugar impacta
los recursos hídricos de otro lugar, am-
pliando así nuestra comprensión de la
problemática hídrica y de sus alterna-
tivas de solución, complementando a
otros indicadores y enfoques más tradi-
cionales. Se compone de Huella Hídrica
verde, que se refiere al agua de lluvia;
Huella Hídrica azul, que corresponde
al agua superficial y subterránea, y
Huella Hídrica gris, relativa al volumen
requerido para asimilar la contamina-
ción. La Huella Hídrica total es la suma
de las huellas hídricas verde, azul y
gris, y se puede calcular para un pro-
ducto, proceso, industria, consumidor,
cuenca, estado o país.
El logro de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible al 2030 y más allá, requiere
un cambio de paradigma en la gestión
del agua y una mejor comprensión de
la problemática hídrica que pueda lle-
var a un uso más sostenible, eficiente,
justo y equitativo del agua. Los con-
ceptos de agua virtual y de Huella
Hídrica contribuyen a ese cambio de
paradigma, visibilizando cuestiones
que antes no eran tomadas en cuenta.
La evaluación de la sostenibilidad de
la Huella Hídrica y la formulación de
respuestas para emprender acciones
específicas en puntos y momentos
críticos,
resultan
prometedoras
para afrontar los retos de la Gestión
Integrada de los Recursos Hídricos y
alcanzar los Objetivos de Desarrollo
Sostenible. No obstante, ello requerirá
incorporar estos conceptos y prácticas
en las políticas públicas, tanto hídricas
como ambientales, agrícolas y comer-
ciales, que deberán tener mayor con-
gruencia y articulación para que el co-
14