Prólogo
El agua es esencial para la vida. La
gestión sostenible de nuestros escasos
recursos de agua dulce es clave para
mantener una Tierra sana y asegurar el
bienestar humano a largo plazo. Aun-
que la disponibilidad de agua dulce
es limitada, determinada por patro-
nes de precipitación, las demandas
de los sectores agrícola, industrial y
municipal han venido aumentando
continuamente desde el siglo pasado
en todo el mundo, y se prevé que si-
gan aumentando en las próximas dé-
cadas. La creciente escasez de agua
dulce constituye un riesgo importante
para la economía mundial, agravada
por los efectos esperados del cambio
climático. Mejorar el uso eficiente del
agua será insuficiente para estabilizar
su consumo y será necesario comple-
mentarlo con políticas dirigidas a la es-
tabilización de la creciente demanda
de productos con altos requerimientos
hídricos.
México es una de las regiones del
mundo donde la escasez de agua es
más apremiante. Es tiempo de reco-
nocer que los problemas del agua
no pueden ser resueltos mediante la
gestión de los recursos hídricos so-
lamente. Por supuesto, el precio del
agua necesita ajustarse, de modo que
los grandes usuarios paguen un pre-
cio real, que refleje la escasez. Desde
luego, el agua necesita ser usada más
eficientemente, produciendo más co-
secha por gota. Pero debemos mirar
más allá del sector hídrico y examinar
críticamente la economía de manera
más amplia. Aproximadamente, la mi-
tad de la Huella Hídrica del consumo
mexicano se refiere al consumo de
productos de origen animal, por lo
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