sas, acueductos o camiones cisterna:
el agua virtual, definida como aquella
cantidad de este líquido que se utili-
za para elaborar un producto o pres-
tar un servicio. De esta manera, países
con gran desarrollo, pero con recursos
hídricos insuficientes para producir
económicamente alimentos, bienes
o servicios, utilizan su riqueza para
obtenerlos de alguna otra nación con
suficiente agua que pueda elaborarlos.
Así, en lugar de utilizar sus escasos
recursos hídricos para generar produc-
tos agrícolas, pecuarios o industriales,
que requieren gran cantidad de agua,
los importan y reducen la presión so-
bre sus propios recursos. México es un
importador neto de agua virtual.
Los conceptos “agua virtual”, “huella
ecológica” y “agua verde” inspiraron
el trabajo de Arjen Y. Hoekstra, profe-
sor en Gestión del Agua de la Univer-
sidad de Twente, Países Bajos, para el
desarrollo de un nuevo indicador de
la apropiación humana del agua dul-
ce: “Huella Hídrica”. Este indicador
no solamente toma en cuenta el volu-
men de agua empleado directa o in-
directamente para producir algo, sino
también distingue en dónde y en qué
momento se usó y qué tipo de agua
era: lluvia (Huella Hídrica verde), su-
perficial y subterránea (Huella Hídrica
azul), o la empleada para asimilar la
carga contaminante en cuerpos recep-
tores (Huella Hídrica gris). De esta for-
ma, la Huella Hídrica tiene dimensión
temporal y espacial, considera aspec-
tos cuantitativos y cualitativos, posibi-
lita evaluar su sostenibilidad y deter-
minar cómo el consumo de un bien en
un lugar afecta los recursos hídricos
del sitio donde se produjo.
Garantizar la seguridad hídrica de
México y lograr los Objetivos de De-
sarrollo Sostenible al 2030 y más allá
requiere un cambio de paradigma en
la gestión del agua y una mejor com-
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