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Década 2006–2016. Diversificación de tecnologías del agua. Centro público de investigación
Yo creo que el IMTA debe ser como las univer-
sidades americanas. Hay que ingresar recur-
sos para financiarse su investigación, porque
este país [México] no tiene suficiente dinero
para todo, y si vamos a estar esperando a que
nos den dinero para investigar, nos quedare-
mos sentados a que algún día llegue, porque
dudo que el gobierno federal tenga recursos
disponibles para que el IMTA dejara de ser una
empresa productiva y solo se dedicara a inves-
tigación; que podría ser una solución, pero en
áreas de ingeniería veo difícil que eso pueda
darse en este país.
Yo dudo, ojalá fuera otro el derrotero y, diga-
mos, el gobierno federal pudiera subsidiar la
investigación y darle al IMTA no 250 millones,
sino 500 o 700 millones al año; podrían hacer-
se muchas cosas importantes. Pero creo que
ese escenario por desgracia no va a ocurrir, así
que yo invitaría a mis compañeros del IMTA a
enfrentar esta realidad.
En la última reunión que tuve con Hacienda
sobre el IMTA… nos advirtió que ya no tene-
mos recursos en este país y que a la larga has-
ta deberíamos ir pensando que tenemos que
ser autosuficientes.
En algún momento diez, quince años, no lo sé,
podríamos dejar de tener subsidios en el IMTA…
entonces el IMTA tiene que prepararse para ese
eventual caso, y no nos debe dar miedo porque,
Con la actualización constante de sus laboratorios y la mejora continua de su operación, el IMTA está en posibilidades de brindar
productos que respondan a la prolemática que presenta el agua en nuestro país.
Yo creo que el IMTA ha estado trabajando en va-
rias áreas de esa manera. El área de hidráulica
por eso creo yo que es la más exitosa del IMTA
y la más importante, porque se formó en esa
escuela. Hablando de remanentes, actualmente
se sigue utilizando, cuando menos hasta cuan-
do yo salí del IMTA [a la Conagua], una parte
de los dineros se dedicaba a financiar proyec-
tos internos y básicamente era ver con la gente
qué ideas nuevas podrían producirse y destinar
esos pocos recursos que tiene el IMTA o que nos
dejan usar, porque recursos hay muchos, para
apoyar proyectos que fueran desarrollos tecno-
lógicos que finalmente van a dar un resultado
y van a ser productos que se puedan vender y
ofertar servicios. Eso se estaba haciendo hasta
cuando yo estaba; se hizo con Polioptro, se hizo
con el Dr. Aldama. Tal vez ese era otro IMTA; en
doce, quince años, cambió mucho, no sé si para
bien o para mal, pero cambió mucho y ahora es
una empresa productiva. Porque tarde o tem-
prano no van a tener un producto novedoso que
vender y ya ni la Conagua ni nadie va estar con-
tratando al IMTA, ni a una universidad, a nadie
que no ofrezca un mejor producto y a buen pre-
cio en el mercado, ¿no?
Porque finalmente ya dejamos de serlo [un
instituto totalmente subsidiado] porque en la
ingeniería y en particular en nuestro ámbito
que hemos estado de un instituto, digamos
que en algún momento fue de investigación,
ya no existe, ya no se concibe así.
