CONGRESO IMTA 2013
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El suelo sin vegetación (SSV) (ver tabla 1
para la nomenclatura) fue el que presen-
tó los valores más elevados, tanto de es-
currimiento superficial como de erosión
hídrica, y a pesar de mantenerlo con un
barbecho continuo y alta rugosidad del mi-
crorrelieve de la capa superficial del suelo,
es el tratamiento de manejo que más es-
currimiento produce. Lo anterior, debido
a que la intensidad de la precipitación fue
mayor que las tasas de infiltración, y que
el impacto de las gotas de lluvia provocó
una compactación y un sellamiento de la
superficie del suelo, lo cual coincide con lo
reportado por Lindstrom et al. (1998). Ta-
pia
et al.
(2004) indican que este proceso
puede disminuir drásticamente la infiltra-
ción y aumentar los escurrimientos super-
ficiales.
Los tratamientos que presentaron los es-
currimientos superficiales más “altos”
después del tratamiento de SSV, fueron
los cultivos que se siembran en surcos,
como lo fue el MSC, FSC y HSC. El HSC pre-
sentó menos escurrimiento de los cultivos
de escarda, debido a que la planta se de-
sarrolla en surcos altos que ayudan a la
infiltración del agua. Estos resultados son
atribuibles al cambio de la estructura del
suelo por el laboreo y a la rugosidad del
terreno propiciado por la conformación
de los residuos de cosecha que favorecen
la infiltración del agua en el suelo, aumen-
tan la capacidad de almacenamiento de
agua y modifican la dirección y velocidad
del flujo superficial (Lawrence et al., 1994;
Hussain
et al.
, 1998; Tiscareño
et al.
, 1999).
Posteriormente, le siguieron los cultivos
de PAS y AVE, ambos cultivos de cobertera
que protegen el suelo. Finalmente, SVN y
PFN prácticamente no presentaron escu-
rrimientos superficiales porque cuantifi-
caron valores bajos. Cabe recordar que en
estos tratamientos el manejo que se reali-
za no considera el movimiento del suelo y
cuentan con vegetación y mantillo sobre
la superficie del suelo que favorece la infil-
tración del agua en el perfil.
La ocurrencia ymagnitudde los eventos de
las pérdidas de suelo en un lote dependen
de la magnitud e intensidad del evento de
precipitación, así como de las condiciones
del suelo, el manejo y la etapa de desa-
rrollo del cultivo en cada caso específico.
Por esta razón, el número de los eventos
con pérdidas del suelo es diferente de un
lote a otro, y la variabilidad de las series
de erosión dentro de cada tratamiento es
atribuida a un efecto aditivo de la variabi-
lidad entre los eventos de lluvia y de los
escurrimientos en cada lote. La intensidad
de un evento de precipitación y escurri-
miento puede ser acentuada o suavizada,
dependiendo del manejo agronómico que
se da a cada lote (Velásquez, 2006).
Con esta información se desprende que
los cultivos sembrados en surcos presen-
tan una eficiencia promedio del 40.0% en
el control de escurrimientos y de erosión
hídrica; los cultivos de cobertera tuvieron
una eficiencia promedio de 61.9% y, final-
mente, la plantación forestal y vegetación
nativa fueron los más eficientes, con el
98.6 por ciento.
A su vez, en una de las parcelas se registró
la precipitación efectiva, el escurrimiento
máximo, el volumen escurrido y la erosión
hídrica en 14 eventos que se presentaron
en el ciclo de evaluación. Dicha informa-
ción se presenta en la tabla 2.