32
General de Desarrollo Urbano del DF del 2003 (por cierto, el único
disponible), estima que se generan alrededor de 4 000 toneladas diarias:
El cascajo condena a las áreas naturales al cambio de uso de suelo y forma parte de la
estrategia principal de los fraccionadores clandestinos y de algunas inmobiliarias. Lamayor
parte de las invasiones que se dan en suelo de conservación utilizan este tipo de materiales
una vez que se desmonta el terreno que se pretende afectar. El volumen de los residuos
que se depositan clandestinamente es alarmante, particularmente en las delegaciones
Xochimilco, Tláhuac, Álvaro Obregón y Cuajimalpa. Existen aproximadamente 170 tiros
de cascajo en el suelo de conservación (
Gaceta Oficial del D.F
., 2003).
En muchas áreas de la Ciudad del México se han rellenado con este
material –en forma temporal o permanente– cauces de ríos o barrancas que
con posterioridad son ocupados por asentamiento humanos (muchos de ellos
irregulares). En esas zonas existe un alto riesgo por la inestabilidad de los
suelos y porque son más susceptibles a deslaves e inundaciones. Actualmente,
la zona chinampera de Xochimilco y Tláhuac, así como los humedales
colindantes, son objeto de severos impactos ambientales debido a ello.
La contaminación del agua es otro de los problemas que aquejan a la
ciudad, como consecuencia de un mal manejo y la disposición de residuos
sólidos. En particular en Xochimilco y en Tláhuac, cientos de toneladas de
basura son sacadas diariamente de los canales. Sin embargo, este problema
no es privativo de las áreas lacustres de la ciudad: muchas cañadas, ríos y
barrancas también tienen afectación por los residuos que se depositan ahí de
manera clandestina o sin cuidado, por parte de la población.