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Estudio ecosistémico del lago de Pátzcuaro
Hace una década o años más atrás, la propor-
ción de carpas era inferior al 15% del volumen
de pesca, y se lograban obtener especimenes de
entre tres y seis kilos con relativa frecuencia.
Pero al reducirse el nivel del lago e incrementar-
se la turbiedad y contaminación, esta especie ha
pasado ha representar de manera estimada en-
tre el 60% (Alaye 2006) y 90% (Huerto
et.al
. 2009)
de la pesca, capturándose generalmente espe-
címenes menores a los 200 gramos, e incluso
hembras en etapa reproductiva de dicha talla.
Esto significa que biológicamente también la
carpa está teniendo problemas para sobrevivir,
aunque sea ya la especie dominante, de acuerdo
con lo que Zambrano (2011), menciona en su es-
tudio ecológico de las especies exóticas del lago.
Los pescadores de la región continuamente ex-
presan los efectos negativos que perciben que
ocasiona esta especie, por lo que llevan años
solicitando apoyo por parte del gobierno para
combatirla. Para lo cual han existido algunas
iniciativas, como la dotación de artes de pesca
específicos para esta especie e intentos fallidos
por subsidiar su comercialización.
La pesca en el lago de Pátzcuaro se encuentra en
un acelerado detrimento, principalmente por el
deterioro de la cuenca y en particular por la con-
dición oligotrófica del lago, a lo que se agrega la
pérdida de volumen por reducción en las preci-
pitaciones anuales, así como por el incremento
en la evapotranspiración de la vegetación intro-
ducida e inducida. Esta situación ha favorecido
la proliferación de los peces introducidos, como
la carpa, la cual se caracteriza por su alta re-
sistencia, soportar condiciones de poco oxígeno
y alta concentración de contaminantes, tener
hábitos multiespecíficos en cuanto a la alimen-
tación que la hicieron parecer inocua, pero que
como está demostrado en otras partes, es un
factor importante de deterioro de muchos cuer-
pos de agua de donde no era originaria.
Se han propuesto e implementado programas
para la recuperación de las especies nativas, el
pescado blanco y la acúmara, sin considerar el
ecosistema lacustre y la afectación que hay de
la cadena trófica a través de organismos intro-
ducidos y el efecto agregado de las acciones hu-
manas en toda la cuenca. Por esto se requiere
revalorar las normas bajo las cuales se realiza
actualmente la pesca, caracterizado por el plu-
ralismo jurídico, desconocido o despreciado por
quienes representan la autoridad federal.
En este momento, después de más de 10 años
del rompimiento de relaciones entre las uniones
de pescadores y las dependencias federales res-
ponsables de la regulación de la pesca, hay una
débil o nula presencia de las autoridades fede-
rales. La pesca está regulada, pero sólo a través
de la reglas de manejo comunitarias, también
desarticuladas por la pérdida de importancia
económica de esta actividad (Vargas, 2011).
El proceso de formulación de la NOM para el Or-
denamiento Pesquero del lago adolece de varias
debilidades para su implementación. Respecto a
los aspectos sociales, este proceso se realizó sin
una buena difusión ni negociación con los dis-
tintos intereses, lo que se muestra que en este
momento sea prácticamente inaplicable, a me-
nos que se inicie un nuevo diálogo entre unio-
nes de pescadores y autoridades que eviten las
salidas unilaterales por parte de la autoridades
obligadas a la aplicación de esta norma.
Las especies nativas del lago de Pátzcuaro tie-
nen un nicho trófico propio, mientras que las
especies exóticas se traslapan en nicho entre sí
y con las especies nativas (Zambrano 2011). Por
lo tanto, es fundamental entender la dinámica
espacial y temporal del lago con el fin de gene-
rar los mejores programas de manejo y restau-
ración tanto de ciertas regiones como de las es-
pecies nativas. Para lograrlo fue necesario hacer
un análisis de la heterogeneidad espacial de la
calidad del agua con base en las características
limnéticas y biológicas así como profundizar en
la comprensión de la estructura trófica del lago