Tecnología y Ciencias del Agua - page 40

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Tecnología y Ciencias del Agua
, vol. VIII, núm. 4, julio-agosto de 2017, pp. 37-56
López-Lambraño
et al
.,
Pérdidas por intercepción de la vegetación y su efecto en la relación intensidad, duración y frecuencia (IDF)...
ISSN 2007-2422
Introducción
La lluvia es un factor importante que regula el
crecimiento de la vegetación y ésta, a su vez, es
un elemento que determina la composición de la
lluvia neta que llega a la superficie terrestre; por
lo tanto, la diferencia entre los escurrimientos
superficiales y la precipitación está sujeta a la
capacidad de intercepción de la vegetación y las
pérdidas por evaporación de la lluvia intercep-
tada o retenida.
La intercepción se define como la cantidad
de agua retenida por las hojas, ramas y troncos,
al igual que por la cantidad de agua retenida
por los residuos vegetales sobre la superficie del
suelo (Savenije, 2004; Groen & Savenije, 2006;
Gerrits, Savenije, Hoffmann, & Pfister, 2006).
Esta cantidad se evapora de nuevo a la atmós-
fera, formando parte, junto con la cantidad de
agua evaporada por el suelo y transpirada por
las plantas, de la cantidad total que regresa a
la atmósfera (Chow, Maidment, & Mays, 1998;
Belmonte-Serrato, 1997; Tucci, 2001).
La cantidad y dinámica del proceso de
intercepción depende de las características y
estructura de la vegetación, y de algunas parti-
cularidades de la lluvia, entre ellas: intensidad,
duración, forma, dirección, ángulo y distribu-
ción del tamaño de la gota; así como de otras
variables meteorológicas: temperatura y velo-
cidad del viento (Schowalter, 1999; Crockford
& Richardson, 2000; Schellekens, Bruijnzeel,
Scatena, Bink, & Holwerda, 2000; Komatsu, Shi-
nohara, Kume, & Otsuki, 2008; Wani & Manhas,
2012; Frasson & Krajewski, 2013).
En un sistema hidrológico, la cantidad de
agua interceptada puede ser considerada pér-
dida o ganancia del recurso, que en la ecuación
general de balance hídrico podría tomar signo
positivo o negativo, según sea el escenario plan-
teado. En el caso de ser negativa, el agua reteni-
da en la cubierta vegetal se evapora por efecto
del viento y la temperatura, y se considera como
una pérdida debido a que es resultado de la sus-
tracción de las precipitaciones registradas en los
pluviómetros (Navarro, Martínez de Azagra, &
Mongil, 2009). Si el agua interceptada procede
de la humedad del aire o de la condensación,
la intercepción representa un incremento o
ganancia del recurso.
Es importante señalar que la mayor parte de
los estudios relacionados con la intercepción se
han desarrollado en bosques en zonas de clima
frío, templado y tropical (Rodrigo & Ávila, 2001;
Loescher, Power, & Oberbauer, 2002; Raat, Dra-
aijers, Schaap, Tietema, & D Verstraten
,
2002;
Gerrits
et al
., 2006; Dohnal, Cerny, Votrubova,
& Tesar
,
2014), mientras que han sido escasos
en ambientes semiáridos y áridos debido a la
dificultad de aplicar las metodologías para
cuantificar el fenómeno en especies arbustivas
y herbáceas; estas dificultades han justificado el
uso de simuladores de lluvia bajo condiciones
controladas para estimar la cantidad de agua
interceptada en ambientes áridos y semiáridos
(Belmonte-Serrato, 1997; Belmonte-Serrato &
Romero-Díaz, 1998; Carlyle-Moses, 2004; Gar-
cía-Estrínaga, Blazquez, & Alegre, 2006; Shach-
novich, Berliner, & Bar, 2008; Love, Uhlenbrook,
Corzo-Perez, Twomlow, & Van Der Zaarg, 2010).
Las pérdidas por intercepción pueden al-
canzar valores importantes a nivel de cuenca
hidrográfica (Shuttleworth & Calder, 1979;
Schellekens
et al
., 2000), al igual que en diversas
coberturas arbóreas (Vernimmen, Bruijnzeel,
Romdoni, & Proctor
,
2007; Shachnovich
et al
.,
2008; Xiao & McPherson, 2011; Dohnal
et al
.,
2014; He, Yang, Zhao, Liu, & Chang
, 2
014).
En bosques de coníferas, que están entre las
formaciones vegetales con mayor capacidad de
interceptación, se han determinado pérdidas de
entre 21 y 48% de la precipitación media anual
(Carlyle-Moses, 2004).
A partir del contenido de humedad rete-
nida se ha podido cuantificar el porcentaje de
intercepción en residuos vegetales (mulch), los
cuales son producto de la senescencia natural;
según Helvey (1964), retienen un 3% de la pre-
cipitación anual. Putuhena y Cordery (1996)
reportan láminas de lluvia interceptada en el
orden de los 2.8 mm para residuos vegetales
correspondientes a pinos y 1.7 mm para resi-
duos de eucaliptos.
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