Manejo de la recarga de acuíferos: un enfoque hacia Latinoamérica
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un efecto positivo tanto en las inundaciones como en las sequías. Equilibrar los múltiples propósitos
que se espera de una presa al definir reglas de operación adecuadas para lograr una serie de objetivos
es un gran reto. Por ejemplo, las presas construidas específicamente para la generación de energía
hidroeléctrica o para irrigación tienden a ser operadas desde esas perspectivas y pueden tener un
bajo desempeño desde el punto de vista de control de avenidas (Goldsmith y Hildyard 1984).
Un hecho que a menudo se pasa por alto es que los almacenamientos más grandes se encuentran
bajo el suelo en forma de acuíferos, donde el potencial de almacenamiento activo es generalmente
vasto (Tuinhof
et al.
2005). En tiempos de sequía, las reservas de agua subterránea, que son menos
propensas a ser afectadas por la variabilidad pluvial que las aguas superficiales, pueden proporcionar
suministros de agua continuos o de emergencia en casos críticos (McCartney y Smakhtin 2010).
El uso del agua subterránea se ha intensificado en todo el mundo, creando enormes beneficios
socioeconómicos para la salud pública, el saneamiento y la seguridad alimenticia (Giordano 2009).
También ha habido impactos no deseables como resultado del bombeo intensivo, principalmente
el agotamiento del agua subterránea, degradación de la calidad del agua, menores flujos a ríos y
humedales, y subsidencia del terreno. Muchos de estos cambios son irreversibles a corto y mediano
plazos, y la restauración de los sistemas regionales de acuíferos puede tomar décadas o siglos
incluso si se implementaran de inmediato prácticas sustentables.
La ventaja del uso intensivo de agua subterránea es que la capacidad de los acuíferos para almacenar
agua superficial mediante infiltración y otros métodos de recarga ha aumentado, como también
ha aumentado la necesidad de que esto suceda para contrarrestar el uso no sustentable de agua
subterránea en muchas áreas. Por tanto, las soluciones a las inundaciones, si se eligen sensatamente,
pueden crear nuevas oportunidades durante periodos más secos lo que resulta en importantes
beneficios para la protección contra sequías, la producción agrícola y el funcionamiento de los
ecosistemas. Optimizar el almacenamiento de agua, particularmente en el subsuelo, ofrece un
medio eficaz de mitigar las contingencias tanto por inundaciones como por sequías.
Las cuencas hidrológicas proporcionan una escala ideal para abordar problemas de recursos
hídricos. El manejo de cuencas hidrológicas enfrenta en todo el mundo desafíos asociados con el
desequilibrio entre la oferta y la demanda creado por la variabilidad de la lluvia (Krysanova
et al.
2008). En la mayoría de las cuencas hidrológicas coexisten situaciones de escasez y abundancia de
agua, aunque separadas por el tiempo o el espacio. En la temporada seca puede surgir escasez de
