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La cuenca del río Usumacinta
desde la perspectiva del cambio climático
fresco y, a medio día, sube la temperatura. En los meses de invierno
hace un poco de frío –dicen– y ahora no lo están sintiendo así.
“Es diciembre y no hace frío”. En contraparte, hicieron referencia
a que actualmente el sol es más intenso, sobre todo en los meses
de abril y mayo. Mencionaron que lo han observado desde hace
unos 15 o 20 años. En materia de temperatura, también señalaron
que hay sequía, porque no han tenido crecidas súbitas del río que
antes si tenían, año con año. La gente reciente el fuerte calor.
En el ámbito de las autoridades del gobierno municipal también
identificaron manifestaciones de cambio en las temperaturas,
pero en sentido inverso al de los productores, como que se han
presentado heladas, mismas que atribuyen al cambio climático.
Hicieron mención que las han sufrido desde 2011 y que estas
bajas en las temperaturas han afectado a la ganadería, porque los
pastizales se secan, así como los pastos inducidos, provocando
escasez.
Otro de los aspectos que los entrevistados señalaron como
una manifestación del cambio climático, son los cambios en el
régimen de lluvias. Los funcionarios federales explicaron que
observan cada vez más desfasado el periodo de lluvias y, con
ello, sus repercusiones también en la agricultura. Antes, se tenía
bien programado el ciclo de siembra; ahora es incierto por la
incertidumbre de las lluvias. En el pasado, la temporada de estiaje
duraba dos meses: marzo y abril. Actualmente, inicia desde
febrero, marzo, abril, extendiéndose a mayo e, incluso, al mes de
junio, lo que impacta directamente en la agricultura.
En el otro extremo, si llueve en exceso también les afecta. Aún
recuerdan la última gran inundación en Villahermosa en el 2007,
que afectó una gran zona aledaña; entre ellos, al municipio de
Emiliano Zapata.
