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Tecnología y Ciencias del Agua
, vol. VIII, núm. 1, enero-febrero de 2017, pp. 21-33
Montesillo-Cedillo
, Suministro de agua potable en México: más allá del crecimiento poblacional
ISSN 2007-2422
•
porcentual del ingreso nacional disponible de
1%, el consumo o la cantidad demandada de
agua potable se incrementa 0.074%; para el largo
plazo, ante una variación de 1% del ingreso
permanente, sube 0.125%.
En el corto plazo, el aumento del ingreso
nacional disponible en 1% en términos reales
implica un incremento de la cantidad demanda-
da de agua potable de 0.074%, lo cual, con base
en el volumen suministrado de agua potable en
l/s del año 2013, equivale a un incremento de 7
695 770.45 m
3
/año. Si se considera el volumen
de agua destinada al uso público urbano en el
año 2014, que fue de 11.96 km
3
, la demanda de
agua potable sería de 8 885 040 m
3
/año.
Por su parte, una vez que el incremento
de 1% en el ingreso nacional disponible en
términos reales se hace permanente, en el largo
plazo, el incremento de la cantidad demandada
o consumida, con base en el valor del suministro
de agua potable en l/s del año 2013, será de 12
999 612. 24 m
3
/año, y con base en el volumen
destinado al uso público urbano en el año 2014
de 14 950 000 m
3
/año.
En suma, si consideramos que el ingreso
nacional disponible aumenta 1% en términos
reales y si en el pasado remoto, de largo plazo,
también lo hizo, entonces el suministro de agua
para uso público urbano debe incrementarse en
14 950 000 m
3
/año. Esto es independiente del
que se desprenda de la ampliación de la cober-
tura del servicio de agua potable derivada del
crecimiento poblacional.
Conclusiones
Hasta la fecha se ha considerado que el creci-
miento demográfico es determinante para la
planeación de la producción de agua potable
en México. Sin embargo, toda vez que desde el
punto de vista económico el agua potable es un
bien normal y de primera necesidad, es funda-
mental incluir al ingreso permanente como de-
terminante; ello se debe a que, en el corto plazo,
la cantidad demandada de agua potable crece
cuando aumenta el ingreso disponible, al igual
que cuando se amplía la cobertura del servicio;
pero en el largo plazo, su incremento es mayor
conforme aumenta el ingreso permanente. De
aquí se desprende la necesidad de estudiar la
relación entre la cantidad demandada de agua
potable debida al crecimiento poblacional y al
aumento del ingreso permanente de manera
conjunta.
Los resultados expuestos demuestran que el
crecimiento de la población ha venido perdien-
do relevancia como determinante del aumento
de la demanda de agua potable, toda vez que
poco más de 77% de los mexicanos se asienta
en zonas urbanas y su nivel de cobertura es de
95.4%. La concentración poblacional en dichas
zonas implica que el incremento marginal de la
cobertura tienda a cero, pero que la cantidad de-
mandada de agua potable aumente, porque ésta
es función del ingreso disponible y del ingreso
permanente. Este resultado torna fundamental
el estudio de la cantidad demandada de agua
potable en las zonas urbanas de México, en fun-
ción del ingreso permanente de sus habitantes.
Los resultados más útiles para la planea-
ción de la producción de agua potable son las
elasticidades-ingreso de corto y de largo plazos
de la cantidad demandada, obtenidas al ampa-
ro de la hipótesis del ingreso permanente. La
elasticidad-ingreso de la cantidad demandada
o consumida de agua potable de largo plazo
es 68.92% mayor a la de corto plazo. Así, en
el corto plazo, ante una variación del ingreso
nacional disponible en términos reales de 1%,
el consumo se incrementa 0.074% y en el largo
plazo sube 0.125%, por la variación del ingreso
permanente.
La planeación de la Conagua referente a la
producción de agua potable debe considerar los
cambios en el ingreso permanente de la pobla-
ción que tiene cobertura, pues de ese cambio
dependerá la cantidad consumida o demandada
de agua potable. Por ejemplo, ante un incremen-
to de 1% en el ingreso permanente, la Conagua
deberá aumentar la cantidad suministrada en
alrededor de 14 950 000 m
3
/año, si se toma
como base el volumen destinado al uso público
urbano en 2014.