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un lugar marginal en la toma de decisiones no
obstante sus repercusiones sociales. El entorno
natural representa un tipo especial de usuario
del agua y, a la vez, constituye la parte central
del manejo de los recursos acuáticos. Este punto
es crítico en el diseño de estrategias para enlazar
y balancear los variados intereses que confluyen
en torno al agua; por ejemplo, la producción
agrícola, industrial y energética puede entrar en
conflicto con la salud del ambiente y el bienestar
y la pobreza de las comunidades aledañas al río.
El objetivo de la gestión debe ser conciliar para
lograr el manejo sostenible del recurso acuático
y abatir la pobreza.
14, 61, 92
Los ríos pueden ser parcialmente restaurados
aguas abajo de las presas a través de la operación
de las hidroeléctricas. El control debe basarse
en el análisis minucioso de las variables am-
bientales para reducir el riesgo corriente abajo
y en las zonas de inundación.
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Sin embargo,
la complejidad del ecosistema dificulta la pla-
neación por el costo y tiempo requeridos para
determinar el caudal ambiental necesario a fin
de mantener tanto a las especies como a la fun-
ción y resiliencia del ecosistema, así como el
bienestar de los pobladores que dependen del
río.
14, 15, 37
La determinación del caudal ecológico y am-
biental debe ser indispensable para quienes
toman las decisiones en la planeación susten-
table del agua, pues da la ventaja de saber cuánto
del caudal remanente puede utilizarse para usos
de la población, y cuánta alteración ha inducido
el consumo humano en los patrones del flujo na-
tural del río.
14,15, 32, 58, 70, 71, 73, 93
Sin embargo, la interacción compleja de los pro-
cesos ecológicos dificulta el cálculo del volumen
que debe suministrarse para la conservación del
ecosistema, uso urbano, irrigación, generación
eléctrica, etc. Además de que, posteriormente,
debe monitorearse sistemáticamente el efecto
de las prácticas de conservación y restauración
sobre el hábitat acuático y las riberas.
50, 58, 64, 68, 95
Es necesario el trabajo multidisciplinario para
evaluar, diagnosticar y formular alternativas de
manejo para la preservación e incremento de
los recursos pesqueros, así como para la protec-
ción de la biodiversidad.
16, 52, 61, 69, 71, 95
El manejo
del río debe sustentarse en modelos que des-
criban los aspectos temporales y espaciales del
hábitat,
8
así como en el uso de análisis hidroló-
gicos que describan, evalúen y comparen el uso
del recurso, y que determinen y establezcan los
límites de suministro de agua. Por lo que debe
enfatizarse la obtención de datos por varios años
para entender el comportamiento de las co-
rrientes y del hábitat acuático, y la variabilidad
del suministro.
9, 38
El concepto “hábitat” es esencial en la vasta
gama de metodologías de restauración y con-
servación de los ecosistemas fluviales. Se define
como “el lugar donde viven las especies in-
cluyendo los componentes físicos, químicos
y biológicos adecuados para su existencia”; o
como “el lugar donde una especie, población o
comunidad encuentra las condiciones físicas,
químicas y biológicas necesarias para sobre-
vivir, incluyendo la calidad del agua, las rutas
de migración, los sitios de desove, descanso,
alimentación y refugio contra los predadores o
contra las condiciones adversas del medio”.
12,
13, 27, 37, 62, 86
; o como “el espacio físico donde las
características espacio-temporales del medio
se encuentran en equilibrio dinámico con los
factores estructurales del canal y el régimen hi-
drológico de manera favorable para el desarrollo
de las especies”.
9, 73, 74, 75, 76, 98