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Introducción
Acorde con el Inventario Nacional de Calidad
del Agua de los Estados Unidos de América
(EUA), los ríos se utilizan directamente para el
suministro de agua potable, desalojo de los de-
sechos incluidos en los drenajes y basura, irrigar
cultivos, pesca y recreación.
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Se represan para
controlar las inundaciones, almacenar agua y
generar electricidad. Pero el cambio en el uso del
suelo para la agricultura y la urbanización trae
consigo la erosión y contaminación a través del
vertido de drenajes urbanos, agrícolas e indus-
triales, por lo que la sedimentación y el exceso de
nutrientes son las causas más significativas de la
degradación del hábitat para la vida silvestre en
un 44% de los cuerpos de agua.
14, 15, 16
. En Mé-
xico, el panorama es similar, según diagnósticos
realizados por la Comisión Nacional del Agua
(Conagua, 2014).
Los cambios en el entorno del río tienen efectos
acumulativos que se manifiestan en la degra-
dación de la calidad del agua, en el decremento
tanto del volumen de presas y lagos como de la
capacidad de conducción del cauce; en la pérdida
de hábitats para la vida silvestre y en el deterioro
de su valor recreacional y estético. Impactos
significativos todos que afectan al río, a los co-
rredores fluviales y a los ecosistemas asociados
8, 36, 38
. El “corredor fluvial” se refiere a sistemas
y procesos ecológicos complejos que incluyen la
variedad de suelos, de sistemas de corrientes,
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de plantas y de animales que modulan el flujo
del caudal; almacenan agua y remueven del
agua nutrientes y materiales pesados, y que re-
sultan en la adecuación del hábitat para un gran
número de plantas y animales acuáticos y te-
rrestres.
5, 14, 16..
El río y sus riberas responden conjuntamente
a los cambios del entorno que afectan sus pro-
cesos físicos, químicos y biológicos. La respuesta
resulta en la alteración del flujo de agua y sedi-
mentos, en cambios de temperatura y de otras
variables que actúan en sincronía para generar
un “equilibrio dinámico”. Cuando los cambios
rebasan los rangos naturales de variación, el ba-
lance dinámico puede perderse, dando lugar a
un ajuste en el ecosistema que muchas veces no
es favorable a las necesidades sociales.
6, 9, 57
La construcción de embalses y derivaciones para
abastecer a las hidroeléctricas y termoeléctricas,
a la agricultura y a las poblaciones, fragmentan
longitudinalmente al río, alteran el régimen de
flujo natural y modifican el transporte de sedi-
mentos y el contenido de calor, materia orgánica
y nutrientes, que provocan cambios físicos, quí-
micos y biológicos tanto en la corriente como en
las zonas de inundación.
37, 57, 59, 61
Actualmente, el ambiente es clave para el ma-
nejo sostenible del agua. Sin embargo, ocupa
