Manejo de la recarga de acuíferos: un enfoque hacia Latinoamérica
748
de tormenta de la cuenca de Cobbler Creek. El aeropuerto de Parafield tiene una precipitación anual
de 439 mm (1972-2009) y la cuenca de Parafield tiene una superficie de 1,590 ha, 73 % de la cual
es urbana y produce un escurrimiento promedio de aproximadamente 1.3 hm
3
/año (1,300 millones
de litros al año). Contiene áreas residenciales, industriales y comerciales, importantes vías férreas y
carreteras, y pequeñas propiedades hortícolas y de pastoreo.
La cuenca más oriental, mostrada en la
, es una cuenca abierta en la sierra de Lofty que
abastece al embalse y planta potabilizadora de Little
ara que los canales alimentan la red
de distribución de agua potable de Adelina. El embalse se encuentra a menos de 12 km por carretera
de la planta de captación de Parafield y a 35 m más de altura.
Cada una de las cuecas mostradas en la
se evaluaron para determinar las fuentes
potenciales de riesgos a la calidad del agua de tormenta. Esta evaluación de riesgos se realizó
con base en los principales tipos de riesgo a la calidad del agua definidas en las directrices MAR
(NRMM-EPHC-AHMC, 2006): (1) patógenos (virus, protozoarios y bacterias); (2) sustancias químicas
inorgánicas; (3) salinidad y sodicidad; (4) nutrientes; (5) sustancias químicas orgánicas; (6) turbiedad
y partículas; y (7) radionucleidos. Myers
et al.,
(2013) encontraron, mediante modelaciones y
mediciones, que los tiempos de flujo de solutos en la cuenca eran demasiado cortos como para
depender solamente de medidas proteccionistas a nivel de cuenca, de manera que se tiene que
recurrir a la potabilización para garantizar que el agua sea apropiada para los usos planteados.
Los puntos finales considerados fueron la salud humana, el medio ambiente (incluyendo el
almacenamiento en el acuífero y las áreas de riego) y la infraestructura operacional (sistemas de
captación, de distribución y de riego). El riesgo más significativo esperado y encontrado fue el de
microorganismos patógenos. Los patógenos humanos entran generalmente en las aguas de tormenta
mediante el desbordamiento y las fugas del alcantarillado. En las cuencas de Parafield y Cobbler
Creek, del año 2006 al año 2010, el número promedio anual en cinco años de desbordamientos
de alcantarillas por 100 km de alcantarillado fue de 16.5 y 17.5, respectivamente (United Water).
Estos índices de desbordamiento pueden compararse con valores de 7 a 9.8 para toda el área
metropolitana de Adelaida del año 2003 al año 2007 (NWC, 2008) y de 14.5 a 50, considerados
como moderados a altos, para los organismos operadores australianos (NRMMC-EPHCNHMRC,
2009a). Otra fuente de patógenos son los pastizales para el ganado.
