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curvas a nivel. Un plano de curvas a nivel con
equidistancia de medio metro (curvas cada
0.50 m de desnivel) es muy adecuado, aunque,
dependiendo de la pendiente en el terreno, puede
ser menor si el terreno es muy plano y de un metro
o más, si la pendiente del sitio es relativamente
fuerte.
Una vez que se dispone del plano con curvas
a nivel, lo que sigue es hacer una observación
detallada del mismo. Se identifican en el plano las
partes bajas, las partes altas, los bajíos o valles y
las crestas o lomos del terreno. Para localizar el
Punto Clave, debe fijarse la atención en los valles
o partes bajas, mismas que se identifican por el
sentido de la curvatura de las curvas a nivel, al
ver el plano con las cotas menores en la parte
inferior de la hoja y las cotas mayores en la parte
de arriba de la misma (figura 4). Los valles o partes
bajas del terreno, que es por donde escurrirá el
agua si se tiene un evento de lluvia considerable,
se identifican porque las curvas forman un arco,
ante la vista del observador. Las crestas o lomos
del terreno se forman donde las curva, vistas por
el ojo del observador, forman una especie de letra
“u” o un columpio. En la figura 4, por ejemplo,
se observa que al centro, en dirección vertical,
se tiene la parte baja del terreno mostrado. En un
evento de lluvia en exceso, el agua correría de
arriba hacia abajo, por el centro del predio.
Figura 4. Localización del Punto Clave y Línea Clave en el plano de una parcela.