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Condiciones donde Aplica
la Práctica
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Los orígenes de la tecnología denominada DHT,
con el método de la Línea Clave, se ubican en
Australia. A su creador, Percival Alfred Yeomans,
o “P.A.”, como a él le gustaba que le llamaran y
basado en su experiencia del manejo del agua
en trabajos de minería, se le ocurrió que sus
conocimientos tenían aplicación en la agricultura.
Captar y almacenar agua en el suelo es algo que
beneficia de manera fundamental al suelo y a los
cultivos, especialmente en las zonas de escasa
precipitación. Él fue, tal vez, el primero en pensar
y fomentar lo que pudiera ser una “agricultura
sustentable”, antes incluso de que el concepto
fuera acuñado. Así entonces, aunque el origen del
método es en las zonas áridas, los principios en
que se basa hacen posible su aplicación en todo
tipo de clima y terreno.
La metodología surge como una necesidad de
captar y almacenar el agua de lluvia en el suelo,
por lo que su aplicación es ideal para zonas de
escasa precipitación. Su área de aplicación en
México es, entonces, enorme; más del 50% del
país puede considerarse como de zonas áridas y
semiáridas. En regiones con precipitación media
anual inferior a los 700 mm (prácticamente
todo el norte de México), la metodología resulta
de aplicación directa. En aquellos lugares con
precipitaciones superiores a la mencionada, deben
hacerse algunas adecuaciones, pero los principios
del método indudablemente que aplican con toda
propiedad.
Algo similar ocurre en cuanto a la topografía
del terreno. Su aplicación es ideal para aquellos
terrenos del semiárido con topografía ondulada
y terrenos con pendientes menores al 8%. No
obstante, se puede utilizar en terrenos con
pendientes mayores a la cifra anotada.
En lo que se refiere al uso del suelo, no hay
limitantes. El método encaja perfectamente en
zonas de pastizales y agostaderos. Su uso es
también excelente en la agricultura, en suelos
forestales y en fruticultura. Su mayor potencial es
en zonas de temporal, pues el método considera
la construcción de bordos para almacenamiento
de agua. Apoyándose en la topografía del
terreno, se hacen canales de conducción para
dirigir el agua de lluvia hacia el bordo o bordos
construidos. Posteriormente, y a partir del bordo
de almacenamiento, se trazan los canales de
