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gabinete y no irse directamente a campo. En
esta etapa (diseño en gabinete), hay que verificar
que con el trazo que se propone para los surcos
el agua va hacia la dirección conveniente. De
no ser así, hay que revisar el trazo y, de ser
necesario, modificarlo. Puede ser que el diseño
propuesto funcione adecuadamente en una parte
del predio, es decir, envía el agua del valle hacia
la cresta; pero puede haber otras zonas donde
ello no se cumpla. En estos casos, hay que
analizar la situación y volver a proponer otro
diseño hasta que se asegure que efectivamente el
agua se enviará hacia las partes altas del predio,
lo que permitirá que estas zonas del terreno,
generalmente más secas, permanezcan húmedas
por un mayor tiempo.
Figura 5. Diseño del surcado en Línea Clave.
La importancia del surcado con el método de
la Línea Clave para una mejor distribución del
agua en el suelo puede verse en la parte inferior
de la figura 6, donde se muestra el mismo predio
que en la figura 5. Se observa que si se hace el
surcado paralelo a la curva de nivel con cota 2
m, por ejemplo, el flujo del agua (indicado por
las flechas) será hacia el centro del valle, algo
