Aproximación holística en el manejo integrado de las cuencas,
para la conservación y recuperación de cuerpos de agua superficiales.
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INVESTIGACIÓN
CAPITULO 3
.
EROSIÓN Y SEDIMENTACIÓN DE LAS SUBCUENCAS
DEL RÍO TOMATAL Y LAGUNA DE TUXPAN, GRO.
C = factor de corrección por erosionabilidad del suelo (C = 1 para textura
fina, C = 2 para textura media, C = 3 para arenas finas y limos).
S = pendiente (º)
Los callejones son una forma de barrera viva (“Alley cropping”), donde se
plantan, a curva de nivel, hileras de leguminosas arbóreas con buena capacidad
de retoñar y se puedan podar.
Leucaena sp
.,
Gliricidia sepium
o
Erythrina sp.
, son
ideales. Se plantan cada 25 cm y se dejan crecer el primer año sembrando entre las
líneas. Cuando tienen unos 3 m, se podan a 0.5 m de altura antes de la siembra,
uniendo los troncos más gruesos de la misma hilera para reforzarla, y el material
podado se aplica a la parcela como capa de mulch. Encima de este se siembra por
espeque o con mínima labranza. Se recomienda que el espaciamiento entre líneas
sea mínimo de 6 m, debido a la producción de mulch. Con el tiempo, las raíces de
los arboles profundizan y absorben los nutrientes que aporta la hojarasca
La barrera de árboles y troncos ordenados, y la cubierta de hojarasca, evitan
la erosión, aumentan la infiltración, disminuyen el escurrimiento, conservan el
suelo, enriquecen al suelo con materia orgánica e incrementan los rendimientos.
Iguala presenta condiciones ideales para establecer a
Leucaena leucocephala
,
puesto que es fácil de podar y tiene buena capacidad de restaurar suelos y garantiza
altos rendimientos del cultivo.
Otros parámetros de barreras vivas:
• Se pueden establecer de 60 a 100 metros de barrera de zacate por día-
hombre.
• Una barrera viva eficiente ocupa una faja de sólo 50 a 60 cm de ancho.
• El zacate
Vetiveria zizanioide
s (o los callejones con
Leucaena leuco-
cephala
) produce mulch o forraje de las podas, que ayuda a controlar
la erosión y la maleza, conserva la humedad y mejora la condición fí-
sica del suelo mediante el humus producido. Se estima que 150 a 200
metros de barrera producen forraje para mantener una cabeza de
ganado durante el invierno.
• En suelos profundos, las barreras vivas bien establecidas semi-nivelan
