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Treinta años en la historia del IMTA. Testimonios
Enrique Ortega Gil
Entonces me hago cargo de una coordinación
en donde no tengo investigadores y en donde
no tengo laboratorios, excepto dos, porque al
IMTA se le asigna que dirija el Centro de En-
trenamiento de Calidad del Agua, el CIECA,
y ahí había un laboratorio bastante decaído,
sin gran mantenimiento, con escaso personal;
y otro más, una herencia que venía desde la
Subsecretaría de Planeación, que era el Labo-
ratorio de Hidrología Isotópica.
Por ese entonces prosperó la visión del doctor
González y el tino de Héctor Garduño y Fran-
cisco Izaza para convencer a la Secretaría de
Hacienda de que autorice un tabulador, yo di-
ría, único para el IMTA, en donde los sueldos
al nivel de dirección se puedan dar a especia-
listas, o sea, no se necesita ser director para
tener un sueldo equivalente.
Con base en ese tabulador convencimos al
doctor Álvaro Aldama para que encabezara la
Subcoordinación de Hidráulica, pero también
tuvimos el privilegio de contar con el insigne
doctor Enzo Levi. Y cuando el doctor Enzo Levi
se mueve hacia Morelos, al IMTA, la presencia
de Álvaro y el ambiente alrededor de lo que
va a poder ser el área de investigación mueve
a un grupo de jóvenes talentosos que estaban
básicamente en la División de Estudios Supe-
riores o en el Instituto de Ingeniería, una gene-
ración de ingenieros que querían dedicarse a la
investigación y por eso habían terminado sus
doctorados o estaban por terminarlos. Es así
como, con esa semilla de Álvaro y del doctor
Levi, se incorporan al Instituto Javier Aparicio,
Jaime Collado y otros más. No todos partici-
paron en investigación: Felipe Arreguín llega al
IMTA, pero va hacia el área de uso eficiente del
agua en ciudades y centros urbanos; Polioptro
Martínez, en el área de hidráulica, haciendo
mancuerna con Álvaro Aldama, y otros más
que van formando ya un grupo de gente ta-
lentosa para realizar labores de investigación,
pero también de desarrollo tecnológico y de
aplicación de tecnología.
Llegó a ser tal el atractivo del IMTA, que el pro-
fesor Sánchez Bribiesca, distinguido investiga-
dor del Instituto de Ingeniería, llamó al IMTA la
“Colonia de los Doctores”.
Ahora, ya teniendo al personal, el otro reto
era que necesitábamos ligarnos con la Univer-
sidad al nivel de posgrado, para por lo menos
tener un grado de especialización, para tener
un mejor desempeño institucional.
Fue entonces que se gestionó y en 1987 se ob-
tuvo una división, un campus de la División de
Estudios de Posgrado de la Facultad de Inge-
niería (DEPFI) de la UNAM, en las instalaciones
del IMTA.
Se firmaron los convenios, se hicieron los acuer-
dos y se creó el campus que ya todos conoce-
mos, dentro de las instalaciones del IMTA, con
una planta de profesores muy importante, de
los propios doctores que ya trabajaban en el
IMTA, con alumnos que eran empleados del
IMTA o externos, que tenían también la ilusión
de eventualmente dedicarse a la investigación
y pasar a formar parte de la plantilla del Institu-
to. Todavía no había instalaciones del IMTA, no,
pero ya había convenio DEPFI/UNAM-IMTA.
Esos dos puntos fueron, yo creo, los principales
retos que enfrentamos para crear la Coordina-
ción de Investigación. ¿Y los laboratorios? Los
laboratorios tardaron más tiempo, por supues-
to; los laboratorios se diseñan por los doctores
que teníamos en la planta de investigación,
pero dependían de la construcción de las nue-
vas instalaciones. Para el laboratorio de hi-
dráulica se hace una investigación muy fuerte,
encabezada por Álvaro Aldama. Se va a reco-
rrer las instalaciones en los Estados Unidos un
grupo de especialistas encabezados por Álva-
ro, y con todas estas discusiones, impresiones
y diseños se procede, junto con el diseñador,
el arquitecto Shubich, de las instalaciones, se
hace un laboratorio de hidráulica pensado ya
genuinamente desde el IMTA.
En el caso de la calidad del agua también se
hace un diseño de lo que podría ser un labora-
torio de calidad del agua. [...] Honrosamente
tocó como Coordinación de Investigación el
laboratorio de calidad, no únicamente el de hi-
dráulica. Porque en un principio investigación
