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Tecnología y Ciencias del Agua
, vol. VIII, núm. 1, enero-febrero de 2017, pp. 35-52
Castillo-Castillo
et al
.,
Análisis de sequías meteorológicas en la cuenca del río Fuerte, México
ISSN 2007-2422
•
el índice se mueve frecuentemente por arriba y
debajo de cero. En cambio, cuando el periodo
de tiempo se alarga a 12 y 24 meses, el índice
responde con más lentitud a los cambios en
la precipitación y temperatura, y los periodos
secos y húmedos se hacen menos frecuentes,
pero son más duraderos.
El SPI y SPEI de 12 meses muestran series
más estables. Como ya se señaló, los periodos
de sequía son menores, pero de mayor dura-
ción. A una escala de 12 meses, los valores de
los índices cambian de modo lento. El SPEI, al
final de la serie, muestra mayor intensidad en
los periodos secos y un retraso en su aparición
debido a que la reducción en la precipitación
(variable de entrada del SPI) se presenta antes
que el aumento de las temperaturas (variable
de entrada del SPEI para calcular la PET), por
lo que se tiene un desfase en la ocurrencia de las
sequías (figura 7).
Al norte de la parte alta de la cuenca, la
estación Creel, con una lámina de precipitación
anual menor que Guadalupe, que se ubica al sur
de la parte alta, presenta eventos secos extremos
más intensos entre 1999 y 2011 que esta última.
Los índices oscilan entre -5.0 y 3.0 en Creel,
mientras que en Guadalupe se dan entre -3.0 y
3.0. En la parte media, la estación de Batopilas
mostró eventos secos extremos de menor inten-
sidad que Creel en el mismo periodo al final
de la serie. Por su parte, el SPEI en Batopilas
continúa mostrando al final de la serie mayor
intensidad de los eventos secos y húmedos.
En la figura 8, a una escala temporal de 24
meses, el SPI y SPEI presentan diferencias más
notables en la intensidad de los eventos secos y
su ocurrencia. De manera general, continúa ob-
servándose al final de la serie que el SPEI señala
condiciones de mayor déficit de humedad que
el SPI, debido no sólo a la reducción de lámina
precipitada en la última década, sino al incre-
mento de la temperatura máxima, observándose
predominancia de sequías de moderadas a
severas en la cuenca. En las estaciones de la
parte alta se observan periodos secos extremos
entre 2000 y 2004, donde el SPI señala mayor
intensidad que el SPEI; a esta escala, las series
de ambas estaciones oscilan por debajo de -3.0
y por arriba de 2.0. En Batopilas, la serie ter-
mina en un periodo extremo de sequía al igual
que Bocatoma, aunque en esta última sólo es
señalada por el SPI, esto puede deberse a que
la PET no fue tan alta para generar balances de
humedad negativos durante ese periodo.
La mayor ocurrencia de sequías se presentó a
partir de 1999 en todas las escalas temporales de
ambos índices; pero, en general, se identifican
dos periodos intensos de sequía en la cuenca: de
1999 a 2004 y de 2011 en adelante. Los tiempos
reportados como sequía coinciden con los de
Sthale
et al
. (2009) sobre la sequía en México,
quienes señalan que la amplia y persistente
sequía sobre el noroeste de México comenzó
en 1994 y se mantuvo hasta 2009, haciéndola
parecer la sequía más grave, sostenida y gene-
ralizada de todo el país. También, en Estados
Unidos, Hao y AghaKouchak (2014) reportan
que se identifican dos periodos de sequía re-
cientes: 2007 y 2012. En 2007 se vieron afectados
los estados de California, Missouri, Alabama y
Florida. En 2012 se afectó toda la parte Central
de Estados Unidos, incluyendo el estado de
Texas; Hao y AghaKouchak (2014) usaron los
índices SPI, Standarized Soil Moisture Index
(SSI) y Multivariate Standarized Drought Index
(MSDI) a 3 y 6 meses de escala.
Estudios sobre sequías en otras partes del
mundo muestran comportamientos similares.
Bakhtawar, Zhang, Feng, Han y Kabo-Bah
(2015), en su estudio sobre la tendencia de las
sequías y la influencia de la temperatura en la
cuenca del río Zhanghe, en China, mediante el
SPEI, encontraron que la ocurrencia de periodos
secos se incrementó a lo largo de la última dé-
cada (2000-2010); Xu-Chun, Li, Li, Xu y Zhang
(2015), en su investigación sobre las condiciones
del lago Poyang, China, con el SPI y SPEI mos-
traron que la ocurrencia de condiciones secas
se han incrementado en la últimas dos décadas.
De igual manera, Edossa, Woyessa y Welde-
rufael (2014), en su análisis de sequía en Sudáfri-
ca con el SPEI y su asociación con el ENSO, refie-
ren en sus resultados que el número de sequías
moderadas, severas, y extremas identificados