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segmento del río. Algunos también responden a las
variaciones temporales de los flujos, ya que el río
puede cambiar las condiciones estructurales del
canal y favorecer el incremento en la mortalidad,
modificando la disponibilidad de recursos y las
interacciones entre las especies.
31,
57, 60, 68, 69, 75,
79, 83
Cuando el flujo es de 100 m
3
s
-1
se observa
un abatimiento (inflexión en la curva) del área
habitable, el cual corresponde con el llenado del
cauce principal del río y con la pérdida de hábitats.
También las altas velocidades de la corriente en la
zona central del canal origina el arrastre de los
peces, sedimentos y materia orgánica.
Un segundo incremento de menor magnitud
en la relación hábitat-caudal (entre 160 y 210
m
3
s
-1
) fue relacionado con el desbordamiento
del río y la generación de una zona de agua
somera de baja pendiente, con cubierta vegetal
y presencia de vegetación sumergida en las
orillas del río o llanura de inundación. Este
segundo pico en la gráfica a 185 m
3
s
-1
indica
el incremento de nuevos nichos o hábitats
adecuados para el desarrollo de las diferentes
especies de peces en esta zona. La presencia de
vegetación en la llanura de inundación cambia
el régimen de flujo aguas abajo y representa
un factor relacionado con el desplazamiento
de las comunidades de peces que huyen de los
caudales altos del río en el canal principal. En el
río Santiago la inundación favorece el desarrollo
de especies debido al incremento en la cantidad
de alimento y zonas de refugio, situación
observada en otros ecosistemas por Díaz-Pardo
et al
. (1993), MacLed
et al
. (1995), Jungwirth
et
al.
(2000) y Arthington (2006).
Por su parte, Jhonson (1997) señala que la
vegetación riparia es un factor importante en
la atenuación de la irradiación y cambios de
temperatura en los ríos. La radiación directa
eleva significativamente la temperatura del
agua, principalmente durante el verano. Las
llanuras de inundación actúan como áreas
de amortiguamiento, al prevenir los cambios
drásticos de temperatura, así como en la
atenuación de los incrementos de temperatura.
9,
13, 14, 15, 52, 60
La disminución de la profundidad
del río Santiago puede reducir también la
depredación intensa de los grandes peces, y por
lo mismo estas zonas son utilizadas como áreas
de crianza por muchas especies, donde la riqueza
específica y diversidad se incrementan. Las zonas
de inundación han sido ampliamente reconocidas
como hábitats altamente productivos, sobre todo
para especies que se encuentran amenazadas o
en peligro. Las charcas o pozas proveen de un
espacio, abrigo y alimento a los peces durante las
tormentas, sequías y otros eventos catastróficos.
La migración de muchas especies de peces aguas
abajo involucra la utilización de las áreas someras
y de pozas para los periodos de descanso de los
peces.
13, 14, 15, 30, 60, 87, 54,
69, 95
En el río Santiago los periodos de inundación
coinciden con los periodos de alta producción,
y los peces jóvenes pueden utilizar los periodos
de alta abundancia de alimento como ha sido
observado en otros ecosistemas.
44
Ringelman
(1991) y Bayley (1995) señalan que el flujo
y reflujo de agua en las zonas de inundación
incrementan la productividad biológica y favorece
la diversidad. Los pulsos anuales en los caudales
representan un factor crítico que propicia el
desove y la migración de algunas especies. Estas
variaciones anuales también son indispensables
en el transporte de materia orgánica a la llanura
de inundación y para mantener la geometría y
diversidad del río.
8, 10, 13, 14, 15, 18, 26, 30, 37, 62
El decremento al final de la curva hábitat-
caudal (300 m
3
s
-1
) señala que los peces,