Manejo de la recarga de acuíferos: un enfoque hacia Latinoamérica
954
25.2.3.
Idoneidad de la fuente de agua de origen para la recarga
artificial de acuíferos (MAR)
Existe una plétora de experiencia sobre el uso de una variedad de fuentes de agua para la recarga
artificial de acuíferos (MAR). Las aguas naturales se han estado recargando intencionalmente desde
antes de la década de los sesenta (Johnson, 1988; Johnson y Pyne, 1994). Subsiguientemente, el
agua de tormentas en zonas urbanas (escurrimientos urbanos) y el agua reciclada derivada de
plantas de tratamiento de aguas residuales se han utilizado intencionadamente de manera eficaz
durante tres décadas (Peters
et al.
, 1998; Dillon, 2002; Fritz
et al.
, 2005; Fox
et al.
, 2007; Herrman
et al.
, 2010). De estas experiencias emergen dos principales problemas derivados de la fuente de
agua empleada para la recarga: la colmatación y la seguridad de la calidad del agua para la salud
humana y del medio ambiente (incluyendo el acuífero mismo).
25.2.3.1.
El manejo de la colmatación
El manejo de la conductividad hidráulica del suelo o de los acuíferos es de vital importancia en
los proyectos de gestión de recarga de acuíferos para asegurar la viabilidad y la durabilidad de
las operaciones. En los primeros años de implementación de proyectos MAR, la colmatación de
estanques y pozos era relativamente común, y en la mayoría de los casos se manejaba mediante
procedimientos operacionales, tales como el raspado de los estanques y el reacondicionamiento de
pozos. La experiencia adquirida a lo largo de los años ha derivado en poner un mayor énfasis en
el tratamiento del agua para reducir la frecuencia con la cual se requiere de medidas correctivas y
para mejorar la relación costo-eficacia. La
contiene un resumen simplificado. Para mayor
información véase Martin (ed.) (2013); Pyne (2005); Maliva y Missimer (2011); Pavelic
et al.
(2007;
2011); y Page
et al.
(2014). Al inyectar agua en acuíferos relativamente inertes (por ejemplo, arenas
y areniscas) las medidas de prevención de colmatación tienen que ser más rigurosas que para los
acuíferos de roca caliza, en los que la disolución de carbonato por la materia orgánica en el agua
ayuda a renovar la superficie de la matriz y mantener la conductividad hidráulica.
En cierto sentido, los procesos de colmatación pueden actuar para ayudar a prevenir la contaminación
del agua subterránea, pero la ausencia de colmatación no significa que el acuífero esté protegido
adecuadamente.
