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La cuenca del río Usumacinta
desde la perspectiva del cambio climático
ejemplo de este planteamiento filosófico, también esa teoría en
términos concretos permite identificar cómo y cuándo pasa un
fenómeno de un estado normal a un comportamiento anormal.
El fenómeno de calentamiento global ha pasado de ser tema
científico a centro de debate político y público en el siglo XXI
(Giddens y Sutton, 2013); algunos eventos contribuyeron a ese
salto: el Informe de 2007 del Panel Intergubernamental sobre el
Cambio Climático (IPCC, 2008). Más recientemente la cumbre de
París en 2015 donde alrededor de 187 países signan los acuerdos
para bajar las emisiones de gases efecto invernadero; esta cumbre
se recordará como la del
desacato
debido al debate anárquico a
través de declaraciones bajo un estado alterado de conciencia del
presidente de los Estados Unidos de América (Donald Trump),
este personaje niega el fenómeno con claras intenciones políticas
y económicas, no ha asumido el papel que le corresponde como
presidente de un país que tiene altas emisiones de gases efecto
invernadero. La película “Una verdad incómoda” de Al Gore
(independientemente de los errores científicos que contiene)
distribuida en medios de difusión masivos ha tenido de alguna
forma efectos de mayor conciencia en la sociedad. El trabajo de
la periodista Klein N. (2015), como experta en comunicación
ha puesto en palabras claras y sencillas la evidencia del cambio
climático y el sistema capitalista como generador de éste, así
como la dinámica de máximo consumo y ganancias en el
capitalismo que van en contra de las acciones de mitigación al
cambio climático.
El impacto directo de algunos fenómenos que han generado
desastres también contribuyeron para ampliar la conciencia de la
sociedad: el Huracán Katrina en el año 2005 que dejó en ruinas
New Orleans, una ciudad del país más poderoso del mundo; la
ola de calor en 2003 que colapsó hospitales y viviendas dejando
un saldo de 30 mil personas muertas en Europa.
