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La cuenca del río Usumacinta
desde la perspectiva del cambio climático
destacar que no existen evidencias de calentamiento global por
actividades humanas antes de la revolución industrial.
La percepción del calentamiento global en su concreción occidental
es de orígenes recientes, comparados con la evolución del planeta
y en específico con la presencia del ser humano en este gran
ecosistema. Hasta mediados del siglo XIX la ciencia dura intentaba
explicar las glaciaciones como fenómeno natural sin que existiera
un consenso; las dos hipótesis que se planteaban eran: la tectónica
de placas y los cambios de la órbita terrestre; ambas de acuerdo al
método científico no podían ser contrastadas con los hechos de
forma que permitieran su refutación o un conocimiento preciso
de lo sucedido.
Los antecedentes científicos sobre el fenómeno calentamiento
global tienen como base las investigaciones teóricas del matemático
Joseph Fourier, pionero en el estudio del flujo del calor; así como
la investigación experimental de laboratorio realizadas por el
científico británico John Tyndall en 1859, éste confirmó mediante
resultados concretos que ciertos gases tenían la propiedad de
ser opacos a las radiaciones infrarrojas, es decir, son gases que
atrapan el flujo de calor emitido por la superficie de la tierra en
la atmósfera. Dentro de esos gases se encuentra en primer lugar
el metano (CH
4
) y después el dióxido de carbono (CO
2
), ambos se
mostraron en el laboratorio de Tyndall tan opacos a la radiación
infrarroja como planchas de cemento gris.
En la década de 1930 aparecieron las primeras informaciones sobre
la tendencia a un calentamiento global detectado desde finales
del siglo XIX. Guy Stewart Callendar (ingeniero especialista en
vapor) dictó una conferencia en 1938 en la Royal Meteorological
Society de Londres, éste presentó datos climatológicos detallados
obtenidos de su afición a la meteorología que indicaban sin lugar