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Dimensionamiento de lagunas de estabilización
sario que se reúnan las condiciones climáticas ade-
cuadas. Lo importante en el modelo es considerar
una carga orgánica y un tiempo de retención. Una
última recomendación: evitar los cortos circuitos hi-
dráulicos y zonas muertas dentro del estanque.
Otras consideraciones importantes en el diseño
de lagunas de estabilización. Los sistemas en serie
donde se incluye una laguna anaerobia, más una
facultativa y otra de maduración presentan una
economía de área total. Por otro lado los siste-
mas en paralelo no incrementan la calidad en el
tratamiento, sin embargo; desde el punto de vista
de la operación presentan una ventaja: al incluir
por lo menos dos lagunas en paralelo, por ejemplo
dos facultativas primarias es posible realizar el de-
sazolve de un estanque sobrecargándolo mientras
se lleva a cabo el mantenimiento en el otro. Un
ejemplo de un sistema en paralelo puede ser de
dos lagunas anaerobias, luego una facultativa y una
de maduración o bien dos facultativas seguidas
de dos maduraciones etc. Como se observa se
obtienen algunos beneficios tanto en lagunas en
serie como en paralelo. Un criterio para realizar el
diseño de sistemas lagunares en paralelo, es dividir
el gasto total en dos partes, luego realizar el dise-
ño completo con la mitad del gasto y finalmente
elaborar el proyecto en forma paralela.
4.11.4 Balance hídrico
De acuerdo con Sáenz (1985) éste es considerado
como un factor de seguridad: si el estanque es
grande mayor confianza en la remoción de la
materia orgánica, pero se arriesga el balance
hídrico. Para que un sistema de lagunas funcione
correctamente debe mantener el nivel de agua
residual adecuado, la expresión (4.39) calcula el
citado balance.
Q
e
= Q
a
+ (P
r
+ P
c
) – (E + P
e
)
(4.39)
Donde:
Q
e
= Caudal del efluente.
Q
a
= Caudal afluente de aguas residuales.
P
r
= Precipitación sobre el área de laguna.
P
c
= Infiltración de agua subterránea hacia la
laguna.
E = Evaporación
P
e
= Pérdida por percolación: sucede cuando no
se impermeabilizan las lagunas.
Las unidades, en todas las variables, pueden
considerarse en (m
3
/día) o (L/día). El criterio
recomendado por Sáenz (1985) es tomar en
cuenta el mes más crítico; es decir, el de menor
precipitación, nivel freático muy bajo y alta
evaporación. Una vez analizada la expresión
(4.39) el valor del gasto en el efluente tiene que
resultar positivo. Posiblemente sea prudente
reducir el área total del sistema de tratamiento,
es en esta parte donde se diseña con diferentes
arreglos para lograr la menor área posible y
asegurar el funcionamiento hídrico del sistema
lagunar. El balance hídrico solo se aplica en
lagunas facultativas y de maduración, en las
