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Métodos y resultados
en las instalaciones del Colegio de Postgraduados
y, finalmente, se conformaron las condiciones para
la obtención de organismos sanos.
La metodología para producir masivamente
estos insectos tuvo que adecuarse a las
condiciones sanitarias de las especies, puesto que
se observó que estaban infectados con varios
tipos de microorganismos, aunque los más difíciles
de erradicar fueron los protozoarios conocidos
como microsporidios. Por esta razón, la liberación
prevista para el primer semestre de 1994 en
el dique Batamote del sistema Humaya del DR
010, se postergó hasta finales de octubre de este
mismo año.
El problema de los microsporidios hizo
necesario identificar y poner en práctica una
serie de metodologías para la producción de
organismos sanos, ya que en diversas ocasiones
organismos sanos originaban descendientes
enfermos. Finalmente, se consideró necesario
producir prácticamente de manera individual
insectos vírgenes de ambos sexos para aparearlos
posteriormente, siempre y cuando en sus heces
fecales no aparecieran microsporidios.
Aunque la producción de neoquetinos sanos
fue lenta al principio, se prefirió esta opción al
hecho de liberar organismos enfermos, sobre
todo, en una región donde no existían antes y en
la que eran pioneros. Existen evidencias en los
EUA de reinfestación de lirio en lugares donde ya
había sido controlado por los neoquetinos.
La explicación que ofreció el Dr. Ted Center
(experto internacional en control biológico de
maleza acuática) a este fenómeno, fue que los
neoquetinos presentes en los sitios reinfestados
podrían haber estado contaminados con
microsporidios (lo que reduce su potencialidad
reproductiva y de ingesta). Por este motivo, el Dr.
Center recomendó en ese momento no liberar
ningún organismo infectado.
Después de obtener cepas de insectos sanos, se
procedió a realizar experimentos de laboratorio
para validar su eficacia como agentes de control
biológico del lirio y conocer mejor su biología.
Entre los experimentos efectuados destacan los
siguientes cuatro:
En el primero se utilizó un diseño
completamente al azar con dos tratamientos: daño
de insectos y testigo. Consistió en mantener una
infestación de neoquetinos de alrededor de 1.2
parejas de ambas especies por planta durante 152
días, mientras que el testigo consistió en plantas
sin daño de neoquetinos.
Se realizaron cinco repeticiones del tratamiento
daño de insectos y sólo una del testigo. Las
unidades experimentales consistieron en grupos
de cinco plantas de lirio acuático, cuyo tamaño,
número de hojas y cantidad de raíces fuera
semejante. Las plantas iniciales dentro de cada
grupo fueron identificadas con una etiqueta para
diferenciarla de las plantas hijas. Cada grupo se
colocó en una tina de plástico de 27x32x13 cm, y
se cubrió con una malla de tela. Las plantas fueron
proveídas con una solución hidropónica completa,
la cual se renovó cada dos semanas.
Los resultados fueron muy claros. En las tinas
testigo, sin insectos, la biomasa del lirio fue en
aumento durante prácticamente todo el periodo
de estudio, limitado finalmente por el espacio.
En las parcelas experimentales con insectos,
solamente en los primeros cuarenta días se mostró
un crecimiento de lirio prácticamente similar al de
las plantas sin insectos, producto de la adaptación
inicial de los neoquetinos. Conforme pasó el
tiempo, la biomasa de las plantas sin insectos
Fotografía 3.
Neochetina eichhorniae
y
N. bruchi.