Resumen
El riego es una práctica fundamental en la agricultura, principalmente en las zonas áridas y semiáridas del país, sin el cual no se podría alcanzar una producción
rentable. La variabilidad climática y los efectos potenciales del cambio climático constituyen las principales amenazas de la agricultura de riego en el presente siglo.
En este contexto, resulta primordial caracterizar la vulnerabilidad de las zonas agrícolas de riego asociada a los efectos potenciales del cambio climático, antes de
priorizar y aplicar medidas de adaptación en las regiones más vulnerables.
En este capítulo se actualizan los mapas de vulnerabilidad generados en 2010, con base en un conjunto mejorado de indicadores físicos, técnicos y socioeconómicos
desarrollados para estimar la vulnerabilidad de las zonas de riego en el país para los ciclos agrícolas otoño-invierno y primavera-verano. La actualización de los mapas
de vulnerabilidad ante el cambio climático, y en especial para la agricultura de riego, es esencial ante la generación de nuevos escenarios y mejor conocimiento de
la variabilidad climática.
Se usaron los escenarios regionalizados más recientes de cambio climático para México de temperatura y precipitación para fines del presente siglo; específicamente
el escenario de emisiones RCP8.5. Indicadores normalizados para la exposición, sensibilidad y capacidad de adaptación al cambio climático fueron calculados
espacialmente para generar mapas de vulnerabilidad en todo el país. El análisis de la vulnerabilidad de las zonas de riego ante el cambio climático en sus tres
componentes: exposición, sensibilidad y capacidad de adaptación, brinda un análisis más integral del problema y permite identificar las zonas más vulnerables y
prioritarias.
Los mapas clasifican las zonas agrícolas de riego en cinco niveles de vulnerabilidad: “Muy alto”, “Alto”, “Medio”, “Bajo” y “Muy bajo”, los cuales pueden servir
como apoyo para definir políticas gubernamentales y elaborar planes de adaptación en regiones prioritarias para la aplicación de recursos y políticas dirigidas a
contrarrestar, de manera más eficiente, los impactos potenciales del cambio climático en la agricultura de riego.
Los resultados indican que las zonas agrícolas más vulnerables son las zonas marginadas, con baja capacidad de adaptación y limitado desarrollo tecnológico y
socioeconómico, magnificados por su exposición al cambio climático.
Introducción
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, 2007) indica que, debido
al incremento en la concentración atmosférica de gases de efecto invernadero,
los flujos térmicos y dinámicos de la atmósfera han sido modificados, lo que ha
ocasionado gradualmente un cambio climático global. Los Modelos de Circulación
General (MCG) prevén para México incrementos significativos de la temperatura
y una disminución de la precipitación para fines del siglo XXI, con un incremento
en la frecuencia de años menos lluviosos y más calientes en la mayor parte del
territorio nacional (Salinas
et al.
, 2014; Montero
et al.
, 2013). El sector agrícola
será afectado por estos cambios climáticos por su alta sensibilidad a cambios
en los factores ambientales. Diversos estudios de impactos del cambio climático,
basados en respuestas biofísicas de los cultivos, indican que el cambio climático
podría provocar repercusiones adversas en la agricultura (Ojeda
et al.
, 2008). La
intensificación del cambio climático afectará la disponibilidad del recurso hídrico
disponible para riego, en cantidad y distribución.
Varias zonas de riego del país son actualmente vulnerables a la variabilidad
climática debido a la baja disponibilidad hídrica, producto de los periodos de
sequía recurrentes en el pasado reciente. La agricultura de riego representa una
actividad esencial para el desarrollo del país y la seguridad alimentaria; por ende,
es de interés nacional caracterizar su vulnerabilidad con el propósito de contar con
instrumentos cuantitativos de apoyo para definir políticas públicas que identifiquen
las regiones agrícolas más vulnerables al cambio climático.
Este trabajo es una actualización del capítulo 5 del
Atlas de vulnerabilidad
hídrica en México ante el cambio climático
, elaborado por el IMTA (Ojeda
et
al.
, 2010), donde se presenta un análisis espacio-temporal de la vulnerabilidad
al cambio climático de las zonas de riego de México, con base en indicadores
biofísicos y socioeconómicos actualizados a la información disponible al año
2013.
Panorama de la agricultura de
riego en México
México es un país tradicionalmente agrícola que cuenta con 30 millones de
hectáreas potencialmente cultivables para uso agrícola, y que representan el 15%
de su superficie total (INEGI, 2009). Anualmente se cosechan, en promedio, cerca
de 20 millones de hectáreas, que representan el 70% de la superficie agrícola, con
un rango de variación de 60 a 85%.
Para el periodo 1996-2012, la superficie anual cosechada promedio fue de 19.5
millones de hectáreas (figura 5.1), de las cuales 26% corresponden a la modalidad
de riego y 74% a la modalidad de temporal. La superficie cosechada bajo riego es
menor que la de temporal; sin embargo, la productividad bajo riego (expresada en
$/ha) es 300% mayor que la de temporal. Por ello, las zonas de riego contribuyen
con 53% y las zonas de temporal con 47% del valor total de la producción
cosechada.