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La cuenca del río Usumacinta
desde la perspectiva del cambio climático
marginación, aunados a los procesos actuales de industrialización
y urbanización, así como el uso indiscriminado y consecuente
deterioro de los recursos naturales (Semarnat, 2009; 2012).
Tabasco es el estado de México con el mayor escurrimiento
hídrico. En Tabasco se encuentran dos de las cuencas hidrológicas
más importantes del país: la cuenca de los ríos Mezcalapa-
Grijalva y la cuenca del río Usumacinta. Esta última sirve de
límite geopolítico entre México y Guatemala, así como entre los
estados de Tabasco y Chiapas. Otra característica territorial en
Tabasco son las pendientes bajas y amplias, típicas de las llanuras
aluviales. Aproximadamente, el 60% del territorio está a un nivel
inferior, a 20 msnm y, en el caso de las ciudades, 11 de las 17
cabeceras municipales, incluyendo Villahermosa, la capital del
estado, están por debajo de una cota de 20 m (Gobierno del
Estado de Tabasco, 2013).
Tabasco ocupa un segundo lugar en el ingreso per cápita mayor
de México y destaca por la producción del 17% del petróleo
y 22% del gas natural del país (Pemex, 2014). Paradójicamente,
el estado continúa siendo vulnerable socioeconómicamente a los
efectos anticipados del CC por sus contrastes y rezago en bienestar
social. Además, los fenómenos hidrometeorológicos extremos son
recurrentes. En la década 2000-2010, estos fenómenos causaron
pérdidas por más de 6 500 millones de pesos al año en el sector
agropecuario y en la infraestructura civil. Se estima que una
población mayor a 300 000 habitantes ha padecido inundaciones
severas (Díaz Perera
et al
., 2016). La inundación del 2007 afectó al
75% de su población y tuvo un costo económico equivalente al
29% del PIB estatal (BID, 2014).
Un instrumento científico que se ha utilizado para anticipar
los posibles efectos del CC es la construcción de modelos de
escenarios climáticos. Estos modelos se han realizado en función
