Prólogo
El arte de programar en R
Un artista, típicamente un pintor, tiene en sus manos un conjunto de recur-
sos artísticos: materiales y herramentales, que al combinarlos de acuerdo con
su sensibilidad y habilidades, transforma en una obra de arte, estéticamente
atractiva o repulsiva a sus destinatarios. Aunque esencialmente tecnológica,
en el caso de la programación, el programador o programadora juega ese mis-
mo papel: los distintos ambientes de programación ponen delante de él/ella
un conjunto de recursos que de acuerdo con sus conocimientos, habilidades
y sensibilidades, combinará para producir obras: programas y sistemas, que,
en la superficie, serán funcionales o no funcionales; pero que, a un nivel más
profundo, podrían también ser juzgadas como estéticamente atractivas o re-
pulsivas. Uno de los factores que más decisivamente influyen en el
cómo
un
creador combina los elementos a su mano, es el gusto y la pasión que imprime
en su tarea. Por consiguiente, si de la lectura de este texto se logra encender
en ti, querida lectora o lector, una pasión que te lleve a producir verdaderas
obras de arte, los autores estaremos más que satisfechos por haber cumplido el
propósito de esta
pequeña
obra.
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