99
recursos acuáticos, en comparación con el resto
del ecosistema.
39, 45, 46, 66, 75
La vegetación de las zonas riparias amortigua
los cambios de temperatura y del nivel de la
superficie libre de agua en los ríos, conservando un
microclima estable adecuado para el crecimiento
de las comunidades acuáticas.
52
Bayley (1995)
señala que el avance y retroceso del agua en las
zonas de inundación incrementa la productividad
biológica y mantienen la diversidad.
La vegetación sumergida en las áreas inundadas
durante las lluvias ofrece alimento abundante
entre las raíces a los peces que se refugian contra
depredadores entre el follaje, optimizando el
hábitat para la sobrevivencia y crecimiento.
54, 62, 72
Si bien las especies están adaptadas a los cambios
en el flujo del río, en este estudio se puntualiza
la importancia de asegurar la presencia de, al
menos, los tres tipos de ambientes descritos.
La reducción drástica en el flujo del río puede
modificar la abundancia de una o más especies
si las áreas de inundación y la vegetación de la
ribera disminuyen o desaparecen. Estos cambios
podrían afectar a las especies pequeñas como
los poecílidos, principalmente, a detritívoros u
omnívoros de las zonas someras con flujos medios
o bajos y con altos niveles de sedimentación. Un
decremento constante del flujo podría reducir
las áreas rocosas, afectando también a las
grandes especies depredadoras y territoriales que
prefieren las áreas profundas con sustrato rocoso
para la crianza y anidación (
Lepomis macrochirus,
Cichlasoma beani, Micropterus salmoides)
.
Por otro lado, un incremento repentino
y descontrolado en el flujo del río puede
erosionar el sustrato y barrer a la comunidad de
invertebrados, fuente primordial de alimento
para los peces, y afectar la cubierta vegetal tan
importante para las diferentes actividades de los
peces, modificando su abundancia y diversidad.
La relación entre la descarga y la diversidad
de especies terrestres y acuáticas es una
característica propia de las zonas de inundación
de los ríos.
26, 79
En el río Santiago la expansión y retraimiento
de las aguas está relacionada con las estaciones.
El invierno es el periodo de mayor retraimiento
del caudal cuando predominan los procesos
hidrológicos subsuperficiales y la máxima
fragmentación del hábitat. En el verano, la
expansión del canal es máxima, predominan los
procesos hidrológicos, los aportes superficiales
y someros son mayores, la temperatura se
incrementa especialmente en zonas donde el
dosel es escaso o nulo, y la zona de inundación
se sumerge. En contraste, en los ríos de las zonas
templadas el deshielo es la fuente principal de
agua y la máxima expansión ocurre al inicio de
la primavera.
45
La relación entre la biota y los aspectos
estructurales del hábitat son evidentes en las
aproximaciones a nivel de meso-hábitat para
la conservación, rehabilitación y manejo de los
ríos.
65
Los cambios artificiales en el flujo del
río y en el régimen de sedimentación alteran
la naturaleza física del canal y por lo tanto del
hábitat, obligando a establecer un régimen de
flujo adecuadomediante el manejo de la presa. Es
necesario un pulso predictible por la comunidad
acuática para mantener la productividad y
prevenir el deterioro de la biota y de las zonas de
inundación del río.
La aproximación multivariada en la evaluación
de los ríos proporciona una perspectiva
integradora sobre la interacción de los procesos
