60
Los caudales bajos son necesarios en los ríos
porque con frecuencia constituyen el gatillo que
dispara nuevas etapas en los ciclos de vida de
varios insectos, así como la migración y el desove
de los peces, y proveen de áreas para la crianza
de sus estados juveniles en las pequeñas charcas
que funcionan como sitios de alimentación.
Asimismo, mantienen la humedad en las orillas
del canal principal, favoreciendo la diversidad de
la vegetación de galería puesto que sus especies
tienen diferente tolerancia a la desecación. Así,
estos caudales bajos determinan la distribución
y abundancia de la vegetación y, al mismo
tiempo, depositan continuamente nutrientes en
estas zonas.
8, 10, 14, 38, 58, 64, 70, 95
4.4.3.1.Caudales extremos bajos
Los caudales extremos bajos son responsables
del reclutamiento de ciertas especies de
plantas en la base del canal principal, a la vez
que efectúan la purga invasiva de especies
introducidas en las comunidades riparia y
acuática. Estos caudales también concentran a
los organismos presa dentro de zonas limitadas
para beneficio de los predadores.
10, 65, 76, 79, 94, 95,
99
En el Santiago, los caudales extremos bajos se
perdieron con la política de manejo de la presa
(pasaron de 3.28 a 19.75 m
3
s
-1
, en promedio), lo
que modificó el ciclo hidrológico del río (Figuras
4.4.3.1.1), propiciando la perdida de especies
nativas y la invasión de especies introducidas
más tolerantes (
Micropterus salmoides, Lepomis
macrochirus
).
Asimismo, en la Figura 4.4.3.1.1 se observa
que los picos de los caudales extremos bajos ya
no aparecen en el periodo posimpacto, pues el
caudal es más alto y constante.
En la Figura 4.4.3.1.2 se observa la disminución
de la duración de los caudales extremos bajos
en el periodo posimpacto, alterando el ciclo
hidrológico natural del río.
En la Figura 4.4.3.1.3 se observa la pérdida
total en la periodicidad de los caudales
extremos bajos.
Figura 4.4.3.1.1. Magnitud de los caudales extremos bajos, pre (1955-1994) y pos (1995-2005) de la construcción de la
presa Aguamilpa.
