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La cuenca del río Usumacinta
desde la perspectiva del cambio climático
Figura 4. Representación atmósfera-océano en condiciones de El Niño-
Oscilación del Sur.
Fuente: SMN/Conagua, 2017.
En otoño-invierno, las lluvias se deben, principalmente, al paso
por la región de frentes fríos que se encuentran con sistemas
de baja presión. Estos eventos se caracterizan por tres o cuatro
días muy calurosos antes de su llegada (Magaña
et al
., 1998) y,
posteriormente, por un descenso de temperatura con fuertes
rachas de vientos, los cuales son conocidos como “nortes” y que
dejan precipitaciones en la zona. En fase El Niño en invierno, las
lluvias en el Golfo de México también disminuyen a pesar de que
el número de nortes aumenta. Otra característica en las lluvias
de invierno es su comportamiento, que no siempre es el mismo
entre años durante la fase El Niño. En fase La Niña, ocurre lo
opuesto; es decir, hay precipitaciones por encima de lo normal.
Existe otro factor asociado con la precipitación en la región. Este
es el Jet Subtropical, sistema de vientos del oeste que conecta el
Pacífico con mares del Caribe (figura 5). Si bien aún no se conoce
la influencia de este sistema con toda certeza, sirve para el paso
de otros sistemas de latitudes medias; por ejemplo, huracanes en
verano y frentes fríos en invierno (Magaña
et al
., 2003).