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Visión climática de la precipitación en la cuenca del río Usumacinta
En verano, la precipitación en la región se produce además por
sistemas ciclónicos, como son los huracanes que se originan en el
mar Caribe y logran alcanzar el Golfo de México, o bien, algún
otro ciclón que se origine en el Pacífico cerca de las costas de
Chiapas y cuya extensión pueda alcanzar el estado de Tabasco.
A esto, se suman las precipitaciones producidas por los sistemas
convectivos de la ZCIT, como se describió anteriormente.
En esa temporada, también se presenta una señal conocida
como “sequía intraestival”, no exclusiva de la región. El nombre
corresponde a la disminución de lluvia significativa durante
todo el periodo de lluvias de verano. Se representa gráficamente
como un mínimo en la curva de precipitación estacional,
aproximadamente entre julio y agosto, la cual se asocia con las
fluctuaciones en la SST, en el Pacífico (Magaña
et al
., 2003).
Estos eventos se modulan con la presencia activa o no del ENSO
(figura 4). En la fase El Niño, las precipitaciones en el sureste
mexicano son menores a las normales, teniendo épocas de secas
debido a que los vientos alisios mantienen a la ZCIT cerca del
ecuador y la disminución de huracanes en el Atlántico por
aumento en la cizalladura de los vientos vertical y alisios, y una
mayor estabilidad atmosférica. En la fase La Niña el fenómeno
es inverso. La precipitación está por encima de la normal, lo
que puede deberse al incremento en número de los huracanes
producidos en el Atlántico durante esta fase por un debilitamiento
en la cizalladura de vientos vertical y alisios, y menos estabilidad
atmosférica
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