Resumen
En este capítulo se determina el riesgo actual de la época de lluvias y ciclones tropicales en el ámbito municipal, en los estados del país, y delegacional, en el Distrito
Federal, como diagnóstico para desarrollar un manejo integral de prevención de desastres, realizando un análisis de los factores de amenaza y vulnerabilidad. Se
presentan mapas que muestran los niveles de riesgo por época de lluvias y ciclones tropicales en escalas de “Muy alto”, “Alto”, “Moderado”, “Moderado bajo”, “Bajo”
y “Muy bajo” riesgo. Los estados de Guerrero, Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Quintana Roo cuentan con municipios en “Muy alto” riesgo. Complementariamente, los
estados con municipios en “Alto” riesgo son: Veracruz, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, San Luis Potosí, Hidalgo, Michoacán, Puebla, Yucatán, Nayarit y Quintana Roo.
A partir de la base de datos climatológica del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se determinó el valor del percentil 95 de lluvia diaria para los meses de mayo
a noviembre de 1971 a 2010, como una medida de los eventos de precipitación extrema en el territorio mexicano.
Se calculó la anomalía del percentil 95 de lluvia diaria con cuatro modelos utilizados en el Quinto Reporte de Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio
Climático, en el escenario climático RCP8.5, comparando un periodo base (1971-2005) con un periodo futuro (2071-2100). Los resultados de este análisis
muestran que cuatro de los modelos proyectan, para fines del siglo XXI, un incremento de las lluvias extremas en Aguascalientes, Tabasco, Zacatecas, sur de
Veracruz y partes de Durango y San Luis Potosí; mientras, tres de los cuatro modelos, presentan un incremento en Chiapas, Guanajuato, Guerrero y Oaxaca.
Palabras clave:
ciclones tropicales, lluvias, riesgo, cambio climático.
Introducción
Debido a diversas condiciones sociales, económicas, climáticas y geológicas, los
estados y municipios de México tienen distintos grados de riesgo ante el ingreso
al país de ciclones tropicales (clasificados en: huracanes, tormentas tropicales y
depresiones tropicales), así como a las lluvias ocasionadas por otros sistemas
meteorológicos, cuyos valores más extremos se alcanzan normalmente durante
los meses de mayo a noviembre. Esta condición de riesgo se materializó durante
varios días con la afectación simultánea producida por los ciclones
Ingrid
(océano
Atlántico) y
Manuel
(océano Pacífico), en septiembre de 2013. Las lluvias
ocasionadas por
Ingrid
y
Manuel
durante la semana del 13 al 19 de septiembre
superaron los 1,000 mm de acumulación en el estado de Guerrero (mapa 3.1), así
como acumulaciones superiores a 200 mm de lluvia en Tamaulipas, Nuevo León,
San Luis Potosí, Veracruz, Hidalgo, Oaxaca, Michoacán, Colima, Jalisco, Sinaloa y
Durango. Las lluvias extremas se sumaron a la condición de humedad del suelo,
niveles medios a altos de los cuerpos de agua originados por la temporada de
lluvias que inició en el mes de mayo previo, así como a la exposición y vulnerabilidad
de la población e infraestructura.
Para reducir daños de futuros eventos meteorológicos que ocasionen lluvias
extremas, se requiere encauzar labores de planeación, prevención y reducción de
la vulnerabilidad de las distintas regiones del país, determinando el riesgo existente
en las diversas entidades del país. Los mapas de riesgo son una herramienta
útil para implementar medidas de mitigación antes de la ocurrencia de eventos
meteorológicos extremos, lo cual es un dato importante para orientar esfuerzos
a corto y mediano plazos (meses a años) con la finalidad de reducir pérdidas y
daños.
En este trabajo se determinó el riesgo actual de la época de lluvias y ciclones
tropicales en el ámbito municipal, en los estados del país, y delegacional, en el
Distrito Federal (DF), como diagnóstico para el desarrollo de un manejo integral de
prevención de desastres, y así procurar el menor daño posible en las comunidades
vulnerables. Para conocer el riesgo es necesario calcular el peligro, la vulnerabilidad
y evaluar el grado de exposición de la población.
El peligro o amenaza es la susceptibilidad que presenta un territorio ante un
desastre; por tanto, este depende tanto de las características físico-geográficas y
de la factibilidad que ocurra un evento de lluvias extremas.
Una definición operativa de la vulnerabilidad la ofrece el grupo de investigadores
del Instituto de Investigaciones sobre Vulnerabilidad y Riesgos (HVRI, por sus
siglas en inglés), quienes la conciben como la susceptibilidad de una población,
sistema o lugar dado para sufrir algún daño por exposición a una amenaza y
que afecta directamente su capacidad de prepararse, responder y recuperarse
de los desastres (Cutter
et al.
, 2009). La vulnerabilidad social tiene que ver
explícitamente con los factores demográficos y socioeconómicos que incrementan
o atenúan los impactos de los eventos de peligro en las poblaciones locales; es
decir, la vulnerabilidad social ayuda a definir quién está en riesgo y en qué grado
puede verse perjudicado.
La exposición es proporcional a la población que puede verse afectada, obtenida
por el censo que se realizó durante 2010, a través de la página de Internet del
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (
.
Una forma de estudiar en qué medida se puede ver modificado el peligro de la
época de lluvias y ciclones tropicales, es considerar cómo los modelos climáticos
proyectan el comportamiento de los valores extremos de lluvia diaria utilizando
técnicas estadísticas, como el cálculo de la anomalía del percentil 95 de los
eventos de lluvia.
Objetivo
Contar con un mapa que permita conocer los niveles de riesgo en el ámbito
municipal, en los estados del país, y delegacional, en el Distrito Federal, para
encauzar los esfuerzos de instituciones dedicadas a la atención de emergencias