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Tecnología y Ciencias del Agua
, vol. VIII, núm. 1, enero-febrero de 2017, pp. 115-132
Madrigal-Solís
et al.
,
Caracterización hidrogeoquímica de los acuíferos volcánicos Barva y Colima en el Valle Central de Costa Rica
ISSN 2007-2422
•
parte de la recarga ocurre en las tierras altas
ubicadas en la parte noreste y sur de la zona,
en donde también se recarga el acuífero Colima
Superior. Asimismo, ocurren procesos intensos
de reciclaje de humedad por evapotranspiración
y reevaporación de la humedad interceptada
por la vegetación boscosa en la parte alta de la
zona, humedad que eventualmente se infiltra.
La descarga se produce principalmente por
medio de manantiales existentes en el sector
central y oeste del área de estudio; una fracción
adicional se descarga por manantiales ubicados
en el sector norte, que drenan parte del volumen
almacenado en los subsistemas Los Ángeles y
Los Bambinos, lo que puede conformarse como
flujo base de muchos de los ríos (Marchand
et
al
., 2002). La descarga artificial del acuífero se
produce por medio de pozos, en su mayoría
perforados. Para 2004, los volúmenes de agua
que se extraían o que descargaban del acuífero
provenían de un total de 1 022 pozos (2 523 l/s)
y de 391 manantiales (4 852 l/s), para un total
aproximado de 7 375 l/s (Reynolds-Vargas &
Fraile, 2009).
Las partes altas de las subcuencas sobre el
acuífero Barva, entre los 1 400 y 2 800 msnm se
caracterizan por presentar zonas de bosque y
pastos en los alrededores del volcán Barva. En
las partes medias, de los 1 000 a 1 400 msnm,
predominan los cultivos de café, viveros y cul-
tivos tradicionales anuales. En las partes bajas,
de los 800 a 1 000 msnm, predominan los usos
urbano e industrial. La zona hacia el oeste, de
los 500 a 800 msnm, se caracteriza principalmen-
te por la presencia de actividades agropecuarias.
Muestreo y análisis de aguas subterráneas
La información base sobre los pozos utilizados
en este estudio (descripción litológica, datos de
caudal, construcción, pruebas de bombeo, entre
otros) fue suministrada por las instituciones que
administran el agua en la Gran Área Metropoli-
tana (Servicio Nacional de Aguas Subterráneas
(SENARA), Ministerio de Ambiente y Energía
(MINAE), Empresa de Servicios Públicos de He-
redia (ESPH) y municipalidades de la zona de
estudio. De los 1 022 pozos registrados a inicios
de 2002, alrededor de 570 cuentan con informes
que describen los estratos litológicos y el arma-
do del pozo. De estos pozos, se preseleccionaron
100 según su ubicación aproximada y facilidad
de acceso. De los 100 sitios, se muestrearon y
analizaron los parámetros físicos y químicos de
51 (figura 2). Antes de la toma de las muestras
en los pozos, se verificó que estuvieran bom-
beando agua al menos durante las últimas dos
horas antes del muestreo. Si un pozo no estaba
en funcionamiento, se encendió la bomba y se
dejó correr el agua por unos 20 minutos antes
del muestreo. Para verificar que el agua estanca-
da en el pozo y tuberías hubiese sido purgada,
se midieron los parámetros de campo varias
veces hasta que se estabilizaron los valores. A
cada muestra de agua se determinó
in situ
la
conductividad eléctrica, utilizando un conductí-
metro de campo WTW LF 197, la temperatura y
pH, utilizando para los dos últimos un medidor
Thermo Orion 261S. Luego, se enjugó tres veces
cada botella con agua del pozo o del manantial.
Finalmente, de los 51 sitios se seleccionaron
23 (17 pozos, 6 manantiales), identificados con
los códigos SP (para pozos) y SM (para ma-
nantiales), para conformar la red de muestreo
definitiva. La selección se realizó con base en los
siguientes criterios: facilidad de acceso, existen-
cia con un tubo de muestreo adyacente al pozo
o manantial, y posibilidad de tomar la muestra
antes de que ésta hubiese recibido el tratamiento
de cloración. Los 23 sitios se evaluaron física
y químicamente desde setiembre de 2002 hasta
mayo de 2004 cada tres meses, para un total de
5 a 9 muestras en cada sitio. Para los análisis de
nitratos, las muestras se tomaron por duplicado
en botellas Nalgene de 500 ml, las cuales se
enjuagaron con agua del sitio tres veces antes
de recolectar la muestra. Luego, las muestras se
transportaron el mismo día en una cámara fría
hasta el Laboratorio de Hidrología Ambiental
(LHA) de la Universidad Nacional, en donde
se mantuvieron en refrigeración, a 4°C, hasta su
análisis el día siguiente. El análisis se realizó con
el método de espectrofotometría de luz ultra-
violeta (protocolo 4500 NO
3
-B; Eaton, Clesceri,
Greenberg & Franson, 1995).