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Recomendaciones
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• Aunque el método no tiene limitantes por
el factor topográfico, es más factible su
implementación en áreas de lomeríos y
terrenos con pendientes no abruptas.
• Sin que la precipitación implique
restricciones para su aplicación, el método
muestra mayores impactos en áreas con
lluvia anual en el rango de 350 a 700 mm,
por lo que es altamente recomendable
para el altiplano mexicano y la región del
semiárido del noroeste del país. En sitios
con precipitación anual menor a 500 mm,
el método debiera aplicarse siempre, pues
evitaría la pérdida de agua al ser captada y
almacenada en el suelo mismo.
• El sistema de la Línea Clave es apto para todo
uso de suelo: pecuario, agrícola, forestal y
frutícola.
• Si el implemento recomendado para el
método no se encuentra disponible (arado
Yeomans), se puede hacer una adaptación al
arado de cinceles; lo que se busca es abrir
el suelo sin voltearlo y dejar una especie
de túnel subsuperficial por donde fluirá el
agua.
• Aunque el tema no se incluye en este
manual, el método es ideal para la captación
de agua en bordos individuales o en serie,
permitiendo tener áreas bajo riego en zonas
de temporal.
• En terrenos con pendiente muy fuerte
(mayor al 10%) es conveniente apoyarse
con otras prácticas de conservación de
suelos y agua, como pueden ser barreras
vivas, construcción de bordos de agua o
construcción de terrazas.
• En zonas de alta precipitación o lluvias
intensas y terrenos con baja tasa de
infiltración o muy delgados, el método debe
modificarse y darle una pendiente al patrón
de surcado, de tal manera que se permita
la salida del agua hacia fuera de la parcela.
Una pendiente del 0.2 al 0.3% es adecuada,
pues permite salida al agua sin provocar la
erosión del suelo.
• En zonas de escasa precipitación, el método
puede complementarse con el sistema de
contreo en surcos (pileteo); esto ayudará a
retener agua y promover su infiltración al
suelo.