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El IMTA y el control biológico de maleza acuática en distritos de riego del país. (Experiencias desde 1990)
En el segundo año, es decir, a los 731 días, la
densidad del insecto se incrementó a 7.3 adultos,
1.7 larvas y 1.4 pupas/planta. En ese momento se
tenía una población de 293,825,000 neoquetinos
adultos; su efecto era notorio al haberse eliminado
26.5 ha de lirio. La planta redujo su número de
hojas de 10 a 6.3/planta y, si bien aumentó de 29.2
a 48 plantas/m
2
, disminuyó de 40.8 a 31.2 kg/m
2
.
El peso promedio se redujo a 0.70 kg/planta, que
representa el 50% de la planta inicial. El deterioro
de la planta era ya muy evidente; las marcas de
las mordeduras de los insectos en el haz de la
hoja eran de 169.6 marcas/hoja. Los tallos estaban
afectados por la larva y la planta en general
presentaba un proceso de decaimiento, ya que de
las 46,603 toneladas iniciales, quedaban 28,140; es
decir, se redujo un 40% la biomasa total del lirio
(Gráfica 7).
A los 846 días de liberación abierta, la superficie
del cuerpo de agua mantenía una infestación del
50%, y su impacto de control era ya irreversible.
El peso promedio de cada lirio se había reducido
82%, respecto a su peso inicial (de 1.4 a 0.24 kg/
lirio). La biomasa total del lirio en todo el cuerpo
de agua era de sólo 11,001 toneladas, y ya se
habían eliminado 35,602 toneladas.
En ese momento, la población de lirio había
tenido un incremento sustancial al pasar de 29.2
a 76.3 planta/m
2
, seguramente como una defensa
del propio lirio ante el embate de los insectos.
A los 936 días la infestación de lirio había sido
reducida al 5% del cuerpo de agua, y al día 1,144,
último registro formal a sólo el 2% (2.44 ha), con
una biomasa de 472 toneladas y una población de
1 millón de plantas de lirio (gráfica 8).
Así, en tres años y un mes, los neoquetinos
eliminaron 111 ha de lirio (32 millones de lirios
con un peso 46,000 toneladas), y el lirio, que al
inicio ocupaba el 90% del espejo de agua, se redujo
a sólo 2%, como lo muestran imágenes del dique
Batamote en las Fotografía 26 y Fotografía 27.
Una vez liberados los insectos, se inicia un
proceso de reproducción y propagación en el dique
que pasa prácticamente desapercibido durante
casi un año. Hasta los 325 días, aunque la densidad
es aún menor a 1 insecto/planta (considerando
los tres estadios), ya se logra detectar su presencia
con las 73 marcas que deja la mordedura en el
haz de la hoja. Después de los 456 días, ya se tiene
1.59 insectos/planta, y a partir de entonces, su
población se incrementa en forma acelerada hasta
alcanzar la densidad promedio de 10.4 insectos/
planta a los 731 días, como lo muestra la Gráfica 8.
Se encuentran momentos y zonas con más de
diez insectos adultos por planta, que se pueden
considerar como situaciones extremas. Pero una
Fotografía 26. Antes de la liberación.
Fotografía 27. Resultado del control (1997).